martes, 29 de septiembre de 2015

INQUIETUD ENTRE LOS VECINOS DE LOPE DE VEGA

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El gobierno municipal deberá darse prisa, en la actual búsqueda de soluciones en la que trabaja para eliminar parte de los problemas de circulación que padece la calle Lope de Vega, si no quiere verse envuelto en una polémica de calado ciudadano de las que hacen época. Primero, porque el asunto viene de lejos, empobrece claramente la calidad de vida de estos vecinos y vecinas, interviene directamente en su descanso y esperan ansiosos la decisión que deberá tomarse obligatoriamente en su favor, porque a estas alturas de la película no están en condiciones de aceptar sin más una negativa a su legítima demanda. Segundo, porque el PSOE en la campaña electoral les prometió trabajo y esfuerzo para hallar la salida más adecuada, para lo que les pidió paciencia y confianza. Sabemos que se trabaja contra reloj en la solución que satisfaga a todos, o al menos a una gran mayoría; también que en estos momentos esta tarea está en manos de una empresa especializada y que marcha a buen ritmo. Lo que no conocemos es el resultado final que acabará imponiéndose, aunque ya hemos dicho que la situación vecinal, al menos por el momento, no está por la labor de dejar pasar mucho tiempo y menos de sufrir un revés a lo que desde el primer momento quedó claro entre las partes: no al doble sentido de circulación en Lope de Vega.

Les interesa hacer llegar al resto de la ciudad que si por ahora han mostrado una actitud condescendiente con respecto al gobierno municipal, del que esperan algo más que comprensión y ayuda, se debe a que entienden que las cosas no se solucionan de la noche a la mañana, y más tratándose de un tema de gran calado y que está interconectado con buena parte de la ciudad, ya que la eliminación de una de las dos direcciones actuales de esta vía supondrá de inmediato compartir parte del tráfico rodado con otras calles o avenidas. Por todo esto, hacerse visibles, acudir allí donde se toman las decisiones, como es el caso del salón de plenos, compartir con el resto de la ciudadanía su problema y buscar apoyos allí donde se los ofrezcan es el trabajo que desarrollan desde el primer día que dieron a conocer su decisión de no esperar más y exigir con todas las consecuencias que Lope de Vega no puede mantener por más tiempo el nivel de circulación que asume actualmente. Así las cosas, la pelota sigue por el momento en el tejado de la Casa Consistorial y, lo quieran o no, aunque solo sea por imagen, están obligados a trabajar sin descanso en favor de la solución que tanto esperan y sabemos que necesitan estas personas. Mientras tanto, recordemos, soportan con algo más que filosofía y paciencia el malestar que representa para ellos y ellas los cientos de vehículos de todos los tamaños que usan de esta calle para salir y entrar de la ciudad.

Desde luego que es mala suerte que la prosperidad de la ciudad, que ha triplicado su parque automovilístico en los últimos años, haya sido un hecho determinante para su bienestar y tranquilidad. Y es que, asumámoslo, debe ser un suplicio eso de llegar a tu casa en busca de tu merecido descanso y resulta que es todo lo contrario, que los ruidos y los traqueteos de tu piso no solo no te dejan descansar, sino que temes que se te caiga un cuadro encima. Eso, y que no vivas pensando que, al salir a la calle, tú o alguno de los miembros de tu familia, puedan ser atropellados por cualquiera de los vehículos que pasan rozando el portal de tu casa, que tampoco debe ser sencillo de digerir. Resumiendo: que la clase política no se extrañe de que la bomba de relojería que por el momento sigue andando sin altibajos y que está bajo el control de la vecindad de Lope de Vega, cualquier día de estos acabe explotando y llevándose por delante el sentido común.