jueves, 10 de septiembre de 2015

LOS DEFENSORES DEL GUADALQUIVIR SOLOS ENTRE SU GENTE

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Los de la plataforma del río, esos ciudadanos que siguen solos ante un problema que es de todos, especialmente huérfanos de las instituciones, nos han vuelto a mandar un mensaje cargado de realismo y avisándonos de que, con los antecedentes que tiene el Guadalquivir a su paso por nuestro término municipal, el problema de las inundaciones sigue vivo y de que las consecuencias que podían derivarse siguen siendo terribles, y no solo para los moradores o propietarios de tierras y viviendas en las zonas de la ribera del río, sino para la misma ciudad, porque recordemos que la última vez que hizo acto de presencia el agua por las inundaciones alcanzó algunas de las naves próximas ubicadas en la zona de la Lagunilla y en el polígono industrial. A nosotros nos llama poderosamente la atención la convicción que muestran estas personas, capaces de luchar en cualquier frente para defender lo que están convencidos les pertenece y que no es solo, ni de lejos, el abono de los daños que sufrieron sus propiedades debido a la última inundación que sufrieron y sí la seguridad de la totalidad, de sus vecinos y vecinas, de La Isla y del Sotillo, de los polígonos y de La Ropera… El hecho de que hasta ahora todo hayan sido despropósitos, negativas interesadas a atender sus justificadas reclamaciones y puestas en escena de algunos de nuestros políticos más representativos, que han confirmado no tanto su desconocimiento como su deshumanización, porque no entender a quienes solo buscan seguridad para todos y mejorarles la calidad de vida estando en sus manos, sinceramente muestran una actitud penosa y desde luego que nada solidaria.

El asunto del río, que viene de lejos, ha sido capaz de recopilar datos suficientes como para crear su propia historia y ha obrado el milagro de mantener unidos a quienes padecen las embestidas de sus aguas. En cuanto a las actuaciones de las personas implicadas por cargo y obligación debida, y las instituciones que tienen poder suficiente para acabar con una situación dolorosa por demás, han hecho muy poco, si que es han hecho algo, que este es un detalle clarificador. En tiempos de Luis de Torres, por entonces nuestro representante por Alianza Popular en el Congreso, el Gobierno aportó un dinero que sirvió para invertirlo en lo que por entonces se entendía como la causa directa de las sucesivas inundaciones. Enseguida se comprobó que sirvió de poco, que en donde se echó esa suma, como los afectados anunciaron desde el primer momento, no se consiguieron los resultados que se buscaban; luego vino el Gobierno de Zapatero y se dejó unos cuantos millones de euros con resultados evidentes de haberlos colocado en donde correspondían. De ahí la mota que hoy disfrutamos y de ahí también el freno a las aguas que por entonces llegaban hasta la ciudad. Justo cuando estaba a punto de finalizarse la obra, al menos en su parte importante, cuando aún encontrábamos retroexcavadoras y camiones, además de personas trabajando en el lugar, el Partido Popular ganó las elecciones y hasta aquí hemos llegado, dijeron. Todos a su casa y hasta nueva orden, aunque han pasado casi cuatro años y comprobamos que intención, lo que se dice intención de hacer algo, sencillamente no la percibimos. Si acaso, al contrario, ya que por el camino han tenido oportunidad de poner algún parche para calmar los ánimos y ni siquiera han tenido la deferencia de ejecutarlo.

Y se lo contamos así porque no de otra forma han sucedido los acontecimientos. Por todo esto y por detalles que nos confirman en nuestras convicciones, las mujeres y los hombres que conforman la plataforma del río, esos y esas que siguen luchando denodadamente por lo que es suyo, que están solos entre sus propios vecinos, incluso a veces criticados y menospreciados, además de llamarles peseteros por reclamar lo que es suyo precisamente quienes debían rendirles pleitesía por su capacidad de sufrimiento, son nuestros particulares héroes. Ojalá contáramos con muchos de ellos, porque, no lo duden, otro gallo nos cantaría.