miércoles, 23 de septiembre de 2015

PSOE E IZQUIERDA UNIDA, ¿ENFRENTADOS?

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Ajustándonos estrictamente al guión que Izquierda Unida en Andújar nos ha proporcionado, ¿será verdad que el objetivo político de esta formación en nuestra ciudad se ha despejado definitivamente y que es el gobierno municipal en manos del PSOE sobre quien cargará las tintas, siempre que le sea posible? Al menos hasta el momento así ha sido, puesto que, primero no aceptaron unirse al proyecto de gobierno de la ciudad, luego, la primera rueda de prensa, que estuvo a cargo de Juan Antonio Sáez Mata, fue un manifiesto correctivo a las declaraciones realizadas por el actual alcalde de la ciudad, sobre el estado de las cuentas y la deuda, que, según él, había dejado el anterior gobierno como herencia que les mantendría por mucho tiempo manos y los pies atados. El señor Sáez se encargó de corregirle la plana informándonos a los medios de que no se nos dijo que existe otra deuda, ésta en manos de la Junta de Andalucía, y que, en caso de que la abonara, los números serían otros. En el caso del señor Cazalilla, el actual concejal de la coalición en el Pleno, vino a compartir con nosotros la semana pasada que no entiende cómo el nuevo gobierno no ha sido capaz de presentarse, después de los cien días, con la dinámica del Ayuntamiento al día y engrasada para comenzar a andar. Es más, que echa de menos que no se haya presentado ante la ciudadanía para compartir con ella dónde nos encontramos, cuál es nuestro inmediato futuro y un programa municipal en el que consten los diferentes proyectos a desarrollar a lo largo de los cuatro años de gobierno bajo su responsabilidad.

Nosotros no llegamos a entender la posición de la coalición ni tampoco nos importa, pero sí que intuimos que algo falla, que algo no va bien y que alguien está responsabilizando a alguien de su propio futuro y quizá hasta de los resultados electorales. Como saben ustedes, Izquierda Unida y PSOE firmaron un acuerdo para la gobernabilidad de la Junta de Andalucía que se mantendría hasta el final de la legislatura. Pero no fue así. De forma unilateral, sin aviso previo y es posible que hasta con nocturnidad y alevosía, la presidenta Susana Díaz decide que no podía seguir con el pacto y opta por citar a las urnas a los andaluces y preguntarles sobre qué partido elegirían para que les gobernaran. Evidentemente, que el acuerdo saltara por los aires no cayó nada bien en la otra parte, que a lo largo de la precampaña se encargó de aproximar su realidad al electorado, y que después, una vez conocidos los resultados, que no fueron ni de lejos lo que esperaban, apretaron el acelerador de forma que la figura de la presidenta y del propio PSOE resultaran perjudicados. De hecho, desde las elecciones hasta hoy, del habitual entendimiento que desde siempre han tenido estos dos partidos se ha pasado a un menosprecio compartido del que, consecuentemente, solo se desprenden quejas y enfrentamientos.

La rueda de presa de la semana pasada confirma lo que les comentamos y entendemos que es una buena muestra de la interpretación que nosotros hacemos, con perdón por la intromisión, sobre la situación que viven PSOE e Izquierda Unida. Naturalmente, es nuestra opinión y, por tanto, cuestionable, pero como se trata de algo nuevo, desconocido e inesperado, lo hemos incorporado a nuestro temario con el fin de compartirlo con todos ustedes y que acaben siendo los intérpretes y jueces de un enfrentamiento político del que esperamos y deseamos resultados positivos para la ciudad y sus moradores.