viernes, 30 de octubre de 2015

CIRCULAR POR LAS GLORIETAS SIGUE SIENDO UNA ASIGNATURA PENDIENTE

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Hemos leído en el diario ABC un artículo relacionado directamente con las rotondas y el uso que de ellas normalmente hacemos los conductores, que les podemos asegurar que en nada tienen relación con la intención que se implantaron y con el mismísimo Código de la circulación. El asunto de las rotondas podemos decir que está dando problemas y no pocos accidentes desde que se colocaron en los lugares en los que las encontramos en cualquier ciudad y desde luego que mucho que hablar y las inevitables polémicas por cómo circulamos por ellas. La que más adeptos tiene está relacionada con si han sido la decisión idónea para agilizar el tráfico, y sobre todo, para evitar accidentes, que no otros fueron los objetivos de su lanzamiento en Europa y posteriormente en el resto del mundo. Entre las numerosas opiniones al respecto, por supuesto que no faltan las que aseguran que, si supiésemos circular correctamente por las glorietas, los problemas que padecemos cuando circulamos por ellas desaparecerían completamente, porque recordemos que la realidad no es otra, es decir, que a estas alturas no hemos sido capaces de utilizarlas correctamente o sencillamente que hacemos lo que nos da la real de la gana.

De acuerdo con la opinión de la propia Dirección General de Tráfico, existe una gran variedad de diseños de glorietas, pero en todas ellas los usuarios deben tener presente los mismos principios; tomen nota: ceder el paso a quienes están dentro de ella y escoger con antelación el carril que consideren más adecuado en función de la salida que vayan a tomar. Una vez dentro, el vehículo que siempre tiene la preferencia es el que está ocupando un carril respecto al que va a acceder a ella; y, para salir de la glorieta, es imprescindible y obligatorio situarse previamente en el carril de la derecha; y si no le ha sido posible, el conductor deberá efectuar un nuevo giro para colocarse con tiempo en la posición de la derecha.

A pesar de estas exigencias propias de las rotondas y el espíritu de su implantación, muchos conductores aún preguntan cómo deben circular por ellas y algunos, por desconocimiento o irresponsabilidad, incumplen sistemáticamente las reglas que rigen la circulación por ellas. El usuario debe saber antes de entrar que existen carriles establecidos en función de la salida que vayan a tomar, ya que la glorieta es una vía de sentido único, generalmente con varios carriles, que tiene las salidas situadas en su carril derecho, como si se tratara de una autovía. Llegados a este punto, entenderán como lógico que de ninguna de las maneras sería correcto salir desde el carril izquierdo de una autovía, cortando de esta manera la trayectoria del vehículo que circula por el carril derecho. Pues en las glorietas el comportamiento debe ser exactamente igual, es decir, no se puede pasar de un carril a otro si con esta maniobra entorpecemos la circulación de los vehículos que nos encontramos por nuestra derecha.

Es muy complicado detallarles a ustedes el sistema de uso de las glorietas o rotondas sin apoyo de dibujos o imágenes, pero en todos los casos debe quedar claro que lo que está terminantemente prohibido es cruzarlas rectas, sin atender a los carriles prefijados existentes, que son los que marcan cómo se debe circular al tiempo que nos sirven de guía. Desde luego lo que debe quedar claro es que a la rotonda se debe entrar siempre que no haya otro vehículo en el interior, que es el que tiene la preferencia, y la salida la deberemos realizar siempre desde el carril de la derecha, evitando por todos los medios cruzarnos de uno a otro sin avisar previamente y sin que haya otro vehículo ocupando el carril.