Con
octubre, que inauguramos precisamente hoy, se inicia el camino hacia
la consolidación de los diferentes proyectos enarbolados por el
Ayuntamiento y que le sirvieron al Partido Socialista para ganar las
elecciones del pasado mayo de este año. Por lo tanto, desde la
perspectiva de los medios de comunicación, prever que será un
período de intensidad por encima de la media y en el que tendrán
que consolidarse muchas de las decisiones que se han venido tomando a
lo largo de los cien días de gobierno, es lo mismo que anunciar que
la tarea que nos espera será intensa y ardua. Entrar en detalles,
sabiendo que tiempo tendremos de detenernos en algunas de ellas y
desmenuzarlas con mimo, servirá de poco y quizá estaríamos o
perdiendo el tiempo o repitiéndonos permanentemente. Sí que nos
debe interesar saber del calendario de entrega que habrá previsto el
equipo de gobierno para este menester, mostrando a la calle un
trabajo programado que responda a la eficacia mínima que debe
exigirse a quien es el responsable final para evitar que no quede
todo o parte en papel mojado, situación a la que desgraciadamente
nos tienen muy acostumbrados. Que Andújar no está para sobresaltos
y menos para dilatar promesas que tanto motivaron al electorado, es
algo que no creemos necesite publicitarse más de lo que está; al
contrario, hechos son los que necesita, y además de calado y
rompedores.
Cierto
que todo acaba de comenzar, que las cosas de palacio van despacio y
que el tiempo en las cosas de los políticos es fundamental para la
realización de cualquier proyecto. De entrada, como hemos tenido
oportunidad de decir en otras ocasiones, el que por aquí estén
aterrizando personalidades de brillo e importancia de la
Administración autonómica, debemos valorarlo en su justa medida si
tenemos en cuenta que no ha sido esa la situación que hemos
compartido en las anteriores legislaturas, pero nada más. Que nadie
crea que hasta nosotros llegará dinero público para inversiones
municipales que aliviaría el mercado de trabajo de forma directa e
inmediata, porque la desilusión es mucho más difícil de reparar
que cualquier otra dolencia y solo faltaría un varapalo de los
habituales para acabar con nuestros legítimos sueños de
prosperidad. Lo de menos es el comportamiento o la actitud de los
opositores, ya que su dedicación por ahora es la que es y no podemos
esperar nada de ellos que no sea quejarse por sistema y denunciar
todo lo que se mueva. Antes se lo hicieron a ellos y tenemos que
reconocer que lo que demostraron es que les importaba bien poco los
picotazos del resto de partidos y se dedicaron a sacar adelante sus
proyectos, que ya es tarea.
El
mes de octubre no es un mes de paso, de escasa importancia o al que
debamos dedicar poca atención y menos trabajo. Octubre representa
para cualquier ayuntamiento el enfrentamiento directo con su propio
programa de trabajo para desarrollarlo de acuerdo con las dinámicas
que ha ido compartiendo con la ciudadanía. Sin ir más lejos, es el
período en el que debía presentarse en sociedad el presupuesto del
año próximo, cumpliendo así la obligación que tienen las
Administraciones en general de iniciar el año con las cuentas
aprobadas.