miércoles, 21 de octubre de 2015

LA VIOLENCIA DE GÉNERO NO CESA

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Por si ustedes no lo saben, y estamos seguros de que será así, sepan que la suma total de denuncias o expedientes que los juzgados españoles reciben de media diaria es de 266 firmadas por mujeres que han recibido maltrato de sus parejas. Así lo hemos leído en el trabajo firmado por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género que depende del Consejo General del Poder Judicial. Según sus datos, se ha detectado que a lo largo del segundo trimestre del año han repuntado las denuncias en un uno por ciento de un total que supera las treinta y dos mil. La totalidad de ellas fueron interpuestas por casi treinta y una mil mujeres distintas, que, si las comparamos con las del primer trimestre de este año, han aumentado significativamente, ya que entonces fueron casi treinta mil. Vemos por tanto que el asunto de la violencia de género se mantiene fuerte en su feudo y que aparece con más regularidad y virulencia desde hace unos meses. De si los medios humanos y técnicos que se han puesto a su disposición y que controlan los cuerpos de seguridad del Estado son efectivos o no como se esperaba de ellos, las conclusiones a las que podemos llegar son desoladoras.

Desde el Observatorio se nos dice que estos incrementos podemos y debemos interpretarlos como una señal esperanzadora en relación con una mayor conciencia social e institucional frente a la violencia de género, aunque, de acuerdo con los datos dados a conocer, será difícil aceptar esta interpretación. Entre otras razones, porque sabemos que la media española es de trece mujeres de cada diez mil las que acudieron a los tribunales para dar parte del maltrato que sufren por parte de sus parejas. Es decir, que en el camino que va desde la denuncia al juicio se pierden la mayoría de las intenciones de quien ha sido maltratado, que es convencido de que las cosas pueden ir a mejor a partir de ese momento y desea iniciar una nueva etapa de convivencia. Sin embargo, Baleares muestra unas cifras más esperanzadoras, ya que son veintiuna las denunciantes por cada diez mil mujeres, y Murcia, con casi un diecisiete por ciento.

Por otro lado, bien directamente en el juzgado o a través de atestados policiales, un setenta por ciento de las denuncias en las que ha intervenido la policía de manera directa se coloca en un poco más del quince por ciento de los casos controlados. Al mismo tiempo, las denuncias que presentan familiares directos también han registrado un significativo aumento, con lo que la idea y la necesidad de una mayor implicación de familiares y amigos, en una situación de violencia machista, a todos nos debe importar. En el segundo trimestre de este año se ha detectado un importante fenómeno en sede judicial y no es otro que nada menos que, en casi cuatro mil de los casos denunciados, la víctima de violencia de género se ha acogido a la dispensa de la obligación legal de declarar, lo que representa un porcentaje de un trece por ciento. Este derecho genera en ocasiones un efecto no deseado, ya que, cuando el entorno del agresor presiona a la víctima para que no declare en el juicio, se evita el testimonio de ésta, y la denuncia acaba archivándose.


Paralelamente, nada menos casi once mil mujeres han solicitado órdenes de protección en los órganos judiciales en este período, lo significa un aumento de casi el diez por ciento respecto al segundo trimestre de 2014. De las órdenes de protección solicitadas, algo más de la mitad fueron admitidas, y la mayoría de las ocasiones en que se solicitó, la relación de pareja entre la víctima y el supuesto agresor se mantenía, mientras que en el resto la relación había terminado. A lo largo de este segundo trimestre, la Justicia española ha dictado 12.293 sentencias penales en el ámbito de la violencia de género, de las que el 7.676 fueron condenatorias, lo que supone un incremento de 1,1 puntos respecto a las sentencias condenatorias dictadas en el mismo trimestre de 2014.