martes, 13 de octubre de 2015

LOS JÓVENES, SIN FUTURO

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Nuestro país sigue a la cabeza de los que tienen problemas con el empleo como fondo. Y que nadie crea que se trata de distancias o porcentajes insignificantes, porque se equivoca de pleno; al contrario, España tiene unos números que varían muy poco desde hace unos años y que actualmente contabiliza un 22,2 por 100, del cual un 48,8 es desempleo juvenil, con edad de entre 15 y 24 años. A partir de estos datos, independientemente de que estemos a la cola del paro de la OCDE, lo que debía preocuparnos es la estanqueidad de la situación, que más bien tiene tendencia a subir que a descender. Si tenemos en cuenta que desde antes de las elecciones de 2011 lo que se escuchaba a lo largo de la campaña electoral era que el objetivo de todos los partidos sería el empleo y para él trabajarían sin descanso, difícil será entender las razones que nos mantienen en una situación tan extraña como injusta. Es más, se han perdido miles de empresas y, a la par, otros tantos puestos de trabajo a lo largo de estos años y, si no fuera por el empleo estacional, es decir, el que está ligado a las ofertas concretas, como la recogida de la aceituna, la hostelería, etc., la situación iría a peor. No obstante, el informe, por otra parte, confirma que desde la primavera y hasta el mes de agosto, el porcentaje de paro en España ha bajado imparable a lo largo de este período, aunque nos mantenemos como líderes en desempleo juvenil. Con los datos que traemos hoy a este comentario diario, vemos que Portugal nos sigue en la lista, con un 12,4 por 100 de paro y un 31,8 de jóvenes. Luego, Italia, Eslovaquia, Francia, Finlandia, Irlanda, Bélgica, Polonia y Canadá, que cierra la lista con un 7 por 100 de paro y, de éste, un 13,1 de jóvenes.

De hecho, los dirigentes de la Organización Internacional de Trabajo han dado la voz de alarma afirmando que en nuestro país el empleo juvenil no puede ir a peor de lo que está, porque están convencidos de que ha tocado fondo. De acuerdo con esta organización, el desempleo juvenil en España sigue siendo altísimo, con más de un cincuenta por ciento controlado, advirtiendo al Gobierno de que asunto debe afrontarse con enorme seriedad por la trascendencia social que tiene. En el informe que ha editado la OIT vemos que, en 2014, España tenía más de un cincuenta y tres por ciento de paro juvenil, el más alto de los seis países mediterráneos con peores resultados de toda la Unión Europea, es decir, Croacia, Chipre, Grecia, España, Italia y Portugal. En este mismo trabajo comprobamos que en nuestro país, entre 2010 y 2014, el crecimiento de la tasa de desempleo fue de 11,7 puntos porcentuales; o que el aumento de la tasa de empleo temporal fue de 10,7 puntos porcentuales. Y otro dato tan interesante como preocupante: el año pasado, un 17,1 por 100 de los jóvenes españoles ni trabajaban ni estudiaban. En los países con bajos ingresos, como es nuestro caso, más del treinta por ciento de los jóvenes no tienen título educativo, frente a dos por ciento de los países desarrollados.

La realidad, no obstante, debía servirnos a todos los implicados en la creación de empleo a un trabajo coordinado que acabara con esta tendencia. Es más, debíamos prohibir a la clase política que use el tema desempleo con la falta de rigor que lo viene haciendo, con la demagogia que manipula la realidad y que se deje de planteamientos irreales como el que España ha dejado atrás la crisis y que la creación de empleo es imparable. Sencillamente porque son una burda mentira. Y por respeto a quienes no tienen empleo, que son millones y que por el momento, luego de etapas durísimas, mantienen una actitud comprensiva que debían agradecer.