Nuestro
país sigue a la cabeza de los que tienen problemas con el empleo
como fondo. Y que nadie crea que se trata de distancias o porcentajes
insignificantes, porque se equivoca de pleno; al contrario, España
tiene unos números que varían muy poco desde hace unos años y que
actualmente contabiliza un 22,2 por 100, del cual un 48,8 es
desempleo juvenil, con edad de entre 15 y 24 años. A partir de estos
datos, independientemente de que estemos a la cola del paro de la
OCDE, lo que debía preocuparnos es la estanqueidad de la situación,
que más bien tiene tendencia a subir que a descender. Si tenemos en
cuenta que desde antes de las elecciones de 2011 lo que se escuchaba
a lo largo de la campaña electoral era que el objetivo de todos los
partidos sería el empleo y para él trabajarían sin descanso,
difícil será entender las razones que nos mantienen en una
situación tan extraña como injusta. Es más, se han perdido miles
de empresas y, a la par, otros tantos puestos de trabajo a lo largo
de estos años y, si no fuera por el empleo estacional, es decir, el
que está ligado a las ofertas concretas, como la recogida de la
aceituna, la hostelería, etc., la situación iría a peor. No
obstante, el informe, por otra parte, confirma que desde la primavera
y hasta el mes de agosto, el porcentaje de paro en España ha bajado
imparable a lo largo de este período, aunque nos mantenemos como
líderes en desempleo juvenil. Con los datos que traemos hoy a este
comentario diario, vemos que Portugal nos sigue en la lista, con un
12,4 por 100 de paro y un 31,8 de jóvenes. Luego, Italia,
Eslovaquia, Francia, Finlandia, Irlanda, Bélgica, Polonia y Canadá,
que cierra la lista con un 7 por 100 de paro y, de éste, un 13,1 de
jóvenes.
De
hecho, los dirigentes de la Organización Internacional de Trabajo
han dado la voz de alarma afirmando que en nuestro país el empleo
juvenil no puede ir a peor de lo que está, porque están convencidos
de que ha tocado fondo. De acuerdo con esta organización, el
desempleo juvenil en España sigue siendo altísimo, con más de un
cincuenta por ciento controlado, advirtiendo al Gobierno de que
asunto debe afrontarse con enorme seriedad por la trascendencia
social que tiene. En el informe que ha editado la OIT vemos que, en
2014, España tenía más de un cincuenta y tres por ciento de paro
juvenil, el más alto de los seis países mediterráneos con peores
resultados de toda la Unión Europea, es decir, Croacia, Chipre,
Grecia, España, Italia y Portugal. En este mismo trabajo comprobamos
que en nuestro país, entre 2010 y 2014, el crecimiento de la tasa de
desempleo fue de 11,7 puntos porcentuales; o que el aumento de la
tasa de empleo temporal fue de 10,7 puntos porcentuales. Y otro dato
tan interesante como preocupante: el año pasado, un 17,1 por 100 de
los jóvenes españoles ni trabajaban ni estudiaban. En los países
con bajos ingresos, como es nuestro caso, más del treinta por ciento
de los jóvenes no tienen título educativo, frente a dos por ciento
de los países desarrollados.
La
realidad, no obstante, debía servirnos a todos los implicados en la
creación de empleo a un trabajo coordinado que acabara con esta
tendencia. Es más, debíamos prohibir a la clase política que use
el tema desempleo con la falta de rigor que lo viene haciendo, con la
demagogia que manipula la realidad y que se deje de planteamientos
irreales como el que España ha dejado atrás la crisis y que la
creación de empleo es imparable. Sencillamente porque son una burda
mentira. Y por respeto a quienes no tienen empleo, que son millones y
que por el momento, luego de etapas durísimas, mantienen una actitud
comprensiva que debían agradecer.