A
nuestra ciudad siguen llegando representantes de la alta política
andaluza, suponemos que con la finalidad de conocer mejor nuestra
realidad y trabajar por nuestro futuro, porque de otra forma no
entenderíamos semejante trasiego de vips
con capacidad decisoria. Otra cosa, naturalmente, es que luego sirva
de algo, es decir, que cada uno de ellos y ellas vuelvan a sus
respectivas obligaciones y pongan sobre su propia mesa, y también en
la quienes deben implicarse en el asunto, los temas que nos mantienen
arrinconados en los últimos puestos de la provincia. De entre las
exigencias más inmediatas y que tanto bien supondría para una
población dicen que abandonada a su suerte desde hace años, lo de
obtener el sí definitivo y contundente de la llegada de una empresa
con gran capacidad acaparadora de puestos de trabajo (que ya sabemos
que no debe ser sencillo, pero también que no imposible, que para
eso los gobiernos disponen de margen de maniobra precisamente para
amortiguar sus responsabilidades en este terreno), que serviría para
calmar los ánimos de los que llevan años esperando la buena nueva y
los que acaban de aterrizar al mundo laboral a la espera de un puesto
desde el que promocionarse.
Por
otra parte, hace años que no hemos vuelto a escuchar que Andújar
debería formar parte de las ciudades en las que los alumnos y
alumnas de las autoescuelas y aspirantes al permiso de conducir de
nuestra ciudad y la comarca a la que damos cobertura, que aporta
aproximadamente setenta mil personas, pudieran examinarse entre
nosotros. Tampoco hemos vuelto a saber del proyecto de iluminación
de la autovía a su paso por nuestro término, que le daría un
aspecto claramente diferente a todo el que circule por ella y que
serviría como promoción de nuestras posibilidades turísticas.
Naturalmente, que nuestro Ayuntamiento, ahora quizás más enfrascado
en asuntos de mayor urgencia, mantenga el silencio con respecto al
mal estado de la A-4 a lo largo de la totalidad del recorrido que
hace por nuestra provincia, tampoco es bueno para nuestro futuro.
Pensamos que ponerse de acuerdo con poblaciones como Santa Elena, La
Carolina, Baños de la Encina, Bailén, Marmolejo y Lopera, a través
de mociones en sus plenos municipales, no supondría esfuerzo añadido
que no pudieran ejecutar. Y no digamos de la vía que une nuestra
ciudad, La Higuera y Fuerte del Rey con la capital del Santo Reino,
que bien merece la entrega sin cuartel de todos los implicados en
favor de una mejora que aliviara el mal trago que los automovilistas
padecen a diario; es más, pensar en un desdoblamiento tampoco sería
descabellado. Por supuesto, dinamizar el farragoso asunto de
Innovandújar o parque tecnológico, o sea, recuperar su viabilidad
una vez haya sido desenredado el ovillo que se ha tejido con mimo y
mucho cuidado a lo largo de estos años, al tiempo que se consolida
la plataforma intermodal, que por ahora es solo una declaración de
intenciones.
Por
supuesto que son solos unas pinceladas y realizadas sobre temas que
entendemos han sido olvidados, y nos tememos que intencionadamente,
por quienes debían haberse implicado sin condiciones en su
consecución. No deben importar los partidos políticos y sí los
gestores, que finalmente son los que dan la cara y los que resultan
premiados o no en las elecciones a las que se presentan. Dejar claro
ante de irnos que la ciudad está expectante, que han sido muchas las
ilusiones que se han compartido y que es legítimo que la impaciencia
comience a hacer acto de presencia. Seguimos a la espera.