jueves, 17 de diciembre de 2015

EJEMPLOS DE MANGANTES NO NOS FALTAN

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Con las elecciones en el horizonte y el sorteo de la lotería del día 22, asegurar que casi tenemos la suerte echada no parece exagerado; si acaso, la percepción de un soñador con ganas de que le dejen tranquilo. Un poco cansados como estamos de tanta política y de políticos interesados en vendernos su mercancía, solicitar con todo respeto que se nos tenga en cuenta también cuando se trate de beneficiarnos directamente a nosotros en detrimento de ellos, la verdad es que tampoco pedimos tanto. Acercándose imparablemente la fecha mágica del 20 de diciembre y viendo cómo está el patio, no debería extrañarnos, es verdad, tanto trasiego de políticos de un lado para otro en busca de poner el huevo en donde les dejen, pero no es así. Y es que no acabamos de percibir con la nitidez necesaria los mensajes lanzados desde todas las plataformas conocidas, una vez desveladas las artimañas con apariencia de espontaneidad con las que quieren engatusarnos y llevarse el gato al agua, es decir, el voto a su casillero.

Nosotros, que debemos andar aún con las formas y maneras de hacer política de hace años, no acabamos de interpretar con realismo qué pretenden unos y otros, ya que mientras no faltan los que afirman sin ruborizarse que los problemas del país y de sus habitantes lo solucionarán ellos en unos meses, otros anuncian a bombo y platillo que lo suyo es mantener las cosas como están, dando por hecho que el camino andado ha sido difícil, complejo y peligroso, y que es mejor no meneallo, no sea que vuelvan los demonios y acaben echando por tierra tanto esfuerzo como éxito. Y es lo que decimos nosotros: si un político no se echa flores a sí mismo y a su partido, ¿quién lo hará? Desde luego que sus contrincantes no, que para eso sus objetivos son diametralmente distintos… o no, porque entre los opositores no faltan los que tienen tal parecido que obtiene directamente la categoría de mellizo o gemelo. Y es que con solo poner un poco de atención a sus mensajes comprobaremos que tampoco son tan radicalmente diferentes, que en el fondo quieren lo mismo para nosotros, que no sabemos si primero será para ellos y luego para el resto, que todo hay que tenerlo en cuenta y valorarlo.


De lo que sí debemos sentirnos satisfechos es por el amor y la pasión que ponen cuando se dirigen a nosotros, o al menos es lo que parece. Es evidente que el voto, que es nuestro y de nadie más, ha alcanzado cotas de valor desconocidas hasta ahora en el mercado y que su consecución obliga a los candidatos a recorrer miles de kilómetros en un par de semanas, todo lo contrario de lo que harán una vez aposentados en sus poltronas, que será cuando se dediquen a descansar y a no escuchar las exigencias de la ciudadanía. Por eso nos gusta compartir con ustedes lo que para nosotros es de una elementalidad casi demagógica: tampoco es tanta la dedicación que realizan si tenemos en cuenta que, una vez finalizada la campaña, tienen casi cuatro años para recuperarse de tanto esfuerzo, con buen sueldo, prebendas de todo tipo y posibilidades de enriquecerse si están dispuestos a poner la mano al primero que llegue, y les podemos asegurar que estos corruptos duermen a las puertas de los despachos de nuestros representantes políticos. Por lo que de este detalle no creemos que nos falten ejemplos.