viernes, 4 de diciembre de 2015

LOS AUTOBUSES ESCOLARES, BAJO VIGILANCIA

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Desde siempre, los autobuses dedicados al transporte escolar han sido objetivo prioritario de la Dirección General de Tráfico, en lo concerniente a las generalidades propias en las que se desenvuelven, y de las policías locales de las ciudades, y no siempre por el trabajo que desarrollan como por la influencia que tienen en el tráfico urbano, ya que su tamaño acaba siendo determinante para la circulación en muchas de nuestras vías. Dicho esto, conviene que sepan también que diariamente, por encima de medio millón de escolares utilizan el autobús escolar para ir al colegio y volver a casa, un medio de transporte seguro, tal y como muestran las cifras de siniestralidad vial, puesto que el año pasado no se produjo ninguna víctima mortal entre los usuarios de este tipo de vehículos, pero sí que, debido a la vulnerabilidad de sus pasajeros y a las vías por las que suelen circular, en su mayoría carreteras convencionales, calles estrechas, tráfico intenso, etc., necesitan de una especial vigilancia.

Cierto que la mortalidad no forma parte del expediente de accidentes que acumulan estos vehículos, pero no faltan deficiencias de calado que exigen un seguimiento ordenado de sus tareas diarias; entre otras, conductores con tasa de alcohol por encima de la exigida, no disponer el conductor de permiso de conducción específico, exceso de velocidad, no presentarse en la ITV, no tener seguro de pasajeros, fallos importantes en los sistemas de seguridad, como es el caso del cinturón, ausencia de un adulto acompañando a los escolares… Como ven, no son pocos y además importantes, por lo que, antes de que ocurra una desgracia, trabajar para evitarla es la mejor decisión que se pueda tomar. Por eso, a lo largo de toda esta semana se está haciendo un seguimiento específico sobre estos vehículos que conoceremos el próximo lunes y que compartiremos con ustedes su resultado.

Los autobuses en general y los dedicados al transporte escolar en particular tienen una incidencia, a lo largo de la totalidad de su trabajo, que trae de cabeza a quienes, entre sus obligaciones, tienen la de facilitarle su ir y venir entre las diferentes detenciones que deben hacer para la recogida y bajada de usuarios. Las policías locales mantienen un control exhaustivo y muy detallado de sus movimientos, porque, por si les faltaba algo, no siempre cuentan con la comprensión del resto de usuarios, que ven en ellos una dificultad añadida que les frena en su camino. Sin embargo, siendo conscientes de quiénes los usan, sus definitorias y complicadas características personales, la inquietud propia de los pocos años que tienen, les hacen especial y potencialmente muy peligrosos.


No obstante, el seguimiento de la Dirección General de Tráfico está definido en las Normas de tráfico en vigor, y en días tan concretos como los de esta semana, éste se acrecienta de forma que los controles aumentan considerablemente sobre el vehículo y sobre el conductor. Y no sirven las evasivas de “no conocía ese punto” o “no sabía que era obligatorio”, ya que todos los autobuses, sus empresas, para que el servicio les sea concedido por el centro escolar, antes debe presentar la documentación precisa que lo habilite.