jueves, 21 de enero de 2016

NUEVO GOBIERNO O ELECCIONES GENERALES

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Sinceramente, no me gustaría estar en la piel de nadie que tenga que dar solución a lo que ocurre en nuestro país con el sí o el no a las distintas investiduras propuestas por los nuevos congresistas. Ya sea el Partido Popular o el Socialista, que se perfilan como los únicos con posibilidades de formar gobierno, el desgaste que soportan es máximo y el resultado a sus pesquisas, por el momento, dudosas. Desde los frentes que conforman el nuevo hemiciclo de las Cortes Generales, las quejas y exigencias de unos y otros tampoco facilitan el trabajo de nadie, y menos de quienes intentan encontrar un punto de inflexión que les permita formar un equipo de gobierno capaz de sacar adelante sus respectivos proyectos. Tampoco falta la actualidad económica, que anda a la baja de forma imparable y que el IBEX ha perdido nada menos que la referencia de los 8.600 puntos, que, a decir de los profesionales del sector, eso viene a ser como una debacle económica de mucho cuidado. Quienes están interesados en que el nuevo gobierno de la nación sea una realidad muy pronto, usan este pésimo momento económico para culparlo directamente, cuando en realidad es el petróleo y su decisión de continuar a la baja el que está marcando la economía mundial. Pero así ha sido siempre y se mantendrá por años, que para eso los “lobbys” y sus presiones suelen ser infalibles cuando se interesan por cambiar el rumbo de las cosas.

Tampoco echamos de menos en este circo romano los asuntos de corrupción que conocemos a diario y que estamos convencidos manchan nuestra imagen en el exterior mucho más que la actualidad política. Cientos son los casos y otros tantos los personajes que ingresan en prisión por esta causa, de echar mano del dinero que no es suyo. El último, lo de Acuamed, que se dedicaba, más que a construir desaladoras y potabilizadoras de agua, a llevárselo calentito. Y por lo que cuentan, de entrada, más de veinte millones de euros, que se dice pronto. La infanta y su marido, el expresidente Matas, que lo fue de Baleares luego de haber sido ministro de Medio Ambiente con el Gobierno Aznar; la Gürtel, operaciones policiales con nombres variopintos, constructores, Pujol y sus hijos, los ERES, la Púnica, la de Aguas de Valencia, las cajas de ahorro, Blesa y los que disfrutaban de las tarjetas negras… No, no se preocupen que no citaremos a todas porque no acabaríamos y sería tedioso compartirlo con ustedes. Sí diremos que en momentos tan especiales, tan marcadas como están las distancias y las circunstancias incluso agobian al más pintado, que no falten los que están preocupados por la construcción de un nuevo gobierno capaz de hacerse fuerte y enfrentarse, la verdad es que es encomiable.


Naturalmente, como a río revuelto, ganancia de pescadores, como reza el refrán, quienes tienen escasa representación popular gastan todas sus energías en no quedar aislados en los sillones del congreso sin posibilidades de prosperar. Así, entre los que buscan por todos los medios, incluso con malas artes, conformar grupo político, los que andan vendiendo sus votos al mejor postor, los que nunca dejarán de ser meros espectadores porque sus intereses no son políticos y sí económicos, y el uso demagógico que están haciendo de sus propias imágenes, el hoy de nuestro futuro está más negro que nunca. De ahí, quizás, que ya se esté hablando, más que de formar gobierno, de convocar nuevas elecciones generales. No obstante, solo por si les sirve de algo, sepan que entre algunos de la clase política no faltan los que son capaces de acostarse con quien haga falta con tal de tocar una mijita de poder. Y si no, el tiempo lo dirá.