viernes, 22 de enero de 2016

PREOCUPANTE AUMENTO DE MOTORISTAS FALLECIDOS EN 2015

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La seguridad de los motoristas constituye una de las asignaturas pendientes de la DGT para este 2016. El balance de siniestralidad de 2015 ha revelado que a lo largo del año pasado el número de fallecidos superó las previsiones, alcanzando 247 personas, que fueron las que se dejaron la vida en las carreteras, lo que supone nada menos que sesenta más que el año 2014 o un treinta y dos por ciento superior. Para entender aún más la preocupación de la autoridad de Tráfico, sepan ustedes que esta cifra representa un retroceso de cuatro años, puesto que desde 2011 no se conseguía un número similar de fallecidos. De acuerdo con los diferentes informes publicados por la Dirección General de Tráfico, 270 fueron los muertos conduciendo motocicletas en 2011; 218 en 2012; 215 en 2013, 187 en 2014, y 247 en 2015. Estos datos, su evolución, muestran el giro registrado el año pasado, que ha roto la tendencia a la baja que se venía controlando desde 2011. De hecho, María Seguí, la directora general de Tráfico, en un encuentro con periodistas a primeros de diciembre, se mostraba preocupada por esta evolución positiva y detalló los tres factores o causas que para ella justificaban el imparable ascenso de los motoristas fallecidos. Son estos: el aumento de la movilidad (debido sobre todo al buen tiempo que habíamos disfrutado hasta ese momento), la edad media de este tipo de vehículos y el incremento de los pilotos que no llevan casco.

De acuerdo con la opinión de los profesionales del sector y de las asociaciones que trabajan por proporcionar, entre otras, mejores carreteras y una señalización actualizada, las instituciones deberían apostar también por una mayor concienciación entre los motoristas, sobre todo, en las zonas rurales, donde habitualmente se suelen dar la mayoría de estos casos. Además, acusan al Estado de no estar haciendo los deberes. Por supuesto asumen su parte de responsabilidad y entienden que el colectivo tiene que hacer autocrítica, pero insisten en que el Gobierno no se ha preocupado por mejorar el estado de las vías y colocar las señales verticales en su debido lugar, dos deficiencias que acaban siendo fundamentales para los motoristas. Por su parte, la Dirección General de Tráfico ha recordado, abundando en su idea de un mayor uso de las motocicletas por el buen tiempo que hemos tenido en meses de otoño e incluso de invierno, que esta situación provocó que un mayor número de pilotos se echaran a las carreteras, tanto para desplazarse de su domicilio a su puesto de trabajo como para viajes de ocio. La Asunción Mutua Motera, una de estas organizaciones, apoya esta idea y afirma que las motos tienen básicamente dos usos: el lúdico y el trabajo.

Con todo, los colectivos de motoristas llevan meses denunciando el mal estado de las calzadas y la falta de inversión. Concretamente, y en esta línea, la Asociación Española de la Carretera dio a conocer en 2014 un informe donde pudimos leer que la situación de las carreteras era la peor desde 1985 y que se necesitaba, por entonces, una inversión de 6.500 millones de euros para devolverlas a un estado óptimo. A este detalle se añadía otro no menos preocupante, como es el que más de un dieciocho por ciento de los motoristas fallecidos el año pasado lo fueron luego de impactar contra las biondas o guardarraíles. Las asociaciones son claras y contundentes en sus reivindicaciones y piden la rehabilitación del firme de las vías, muchas de ellas con grietas, baches y roturas en el pavimento o con la pintura desdibujada, como todos conocemos más que de sobra sencillamente porque las sufrimos.