lunes, 15 de febrero de 2016

QUE SÍ, QUE AHORA PARECE QUE SE VE LUZ

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Parece que la noticias que nos llegan sobre el Guadalquivir y la problemática que todos conocemos más que de sobra merecen atención especial, o al menos la nuestra. Que corren nuevos tiempos para la situación crítica del río o que se ha impuesto el diálogo entre quienes pueden y deben mostrarse más receptivos ante las denuncias formuladas por los afectados y por la propia ciudad a través de su Ayuntamiento, es algo que no admite dudas. Consecuentemente, si el consejero de Medio Ambiente abrió de par en par las puertas de su Consejería en Sevilla, si los invitados a compartir con él tema de tanta trascendencia para Andújar, a la sazón los promotores de la plataforma que lo defiende, fueron atendidos muy satisfactoriamente a decir de ellos mismos, y si la comisión estaba encabezada por nuestra primera autoridad, señor Huertas, y el concejal señor Salas, casi podíamos asegurar que se ha iniciado un tiempo nuevo que augura buenas noticias. En principio, todo indica que el gobierno andaluz propondrá al pleno del Parlamento una moción exigiendo la intervención del Estado en las necesidades reales que tiene el río Guadalquivir a su paso por nuestro término municipal, que sería la primera vez y que, en caso de ser apoyada unánimemente, supondría un hito en nuestra relación con la Junta.

Por otra parte, el hecho de que el consejero quisiera conocer a fondo el problema, las consecuencias de las sucesivas inundaciones, la deuda que tiene contraída el Estado, o quien decida el tribunal que juzga el caso, con los afectados y las soluciones que proponen las partes, además de la última actuación ejecutada, con el levantamiento de las motas, ha servido para los invitados a la reunión no solo un cambio significativo en el tratamiento que hasta ahora ha recibo su caso por parte de la Junta de Andalucía, sino el inicio de lo que ellos entienden que será definitivo para que el Guadalquivir deje de ser un problema para nosotros para convertirse en un aliado. Luego que en la Consejería se reciba la documentación que ya se prepara desde Andújar y se dimensione de forma correcta la situación real del problema, la promesa de actuar inmediatamente ante la Consejería y el Estado representa un revulsivo de gran importancia para conseguir la solución a tanta desgracia.

Lo incuestionable es el hecho de que Andújar tiene un gran problema con el río Guadalquivir y que éste, a decir de los mejores profesionales del país en estos asuntos, que dependen además del Ministerio de Fomento, quedaría erradicado si se acaba eliminando la presa de Marmolejo. De ahí que no se entienda la obcecación del Gobierno de la nación por ir contra sí mismo y no aceptar ni su propio informe. Alrededor de esta dichosa presa, recordemos, existen quizá demasiados intereses creados, porque no encontramos otra justificación con fuerza suficiente como para mantener en pie un grave problema como sería la inundación de la ciudad. Por todo esto, porque estamos convencidos de que también este enfrentamiento debía tener fecha de caducidad, si al momento tan especial que vive y tiene por delante le uniéramos el sentimiento y el apoyo de gran parte de sus habitantes, por supuesto que daríamos el aldabonazo definitivo a una situación que dejó de ser penosa especialmente para los afectados para pasar directamente a ser vergonzosa, por las maniobras y tejemanejes a los que hemos asistido en los últimos años. Naturalmente, este comentario es merecedor, por quien lo protagoniza y se ha ofrecido para mediar ante el Gobierno central, la cautela que conviene cuando parte de los protagonistas forman parte de la familia que nosotros denominamos genéricamente como de los políticos. ¡Ojo al dato!