jueves, 3 de marzo de 2016

EL PARO VUELVE A SUBIR

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Bueno, pues ya estamos de nuevo ante los datos del paro de un nuevo mes consumido; en esta ocasión se trata de febrero, el de la cuesta, el que nos platea una vez más la disyuntiva en la que invariablemente nos enzarzamos, especialmente la clase política, en convencernos de que la tendencia se ha roto por causas extrañas, ya que todo indicaba que la cosa iría a mejor. Por supuesto, la inestabilidad política no podía faltar entre los argumentos expuestos, sobre todo por parte de los gobernantes, que de esta forma se exculpan ante una sociedad harta de promesas incumplidas. Pues sí, señor, los números del desempleo de febrero han sido negativos. ¿Por qué? Lo es porque ha aumentado en 2.231 personas; así de sencillo. Cuando se resta ocurren estas cosas. El problema es que los dos últimos febreros acumularon datos positivos y, claro, eso molesta y, además, no es tan sencillo como parece justificarlos. Concretamente, en 2014 fueron 1.949 desempleados menos; en 2015, 13.538, números por sí mismos alentadores para los gestores públicos de área tan importante. Con respecto a la afiliación a la Seguridad Social, se registran datos positivos, ya que 63.355 personas han engrosado las cotizaciones. Eso sí, si la comparamos con la que se registró en febrero del año pasado, que fue de casi noventa y siete mil, todavía siguen siendo pocos. Y más si le sumamos los datos negativos de enero de este año, cuando veíamos que el desempleo aumentó en nada menos que 57.247 personas, quedando los números totales en 4.150.755 personas sin empleo.

En cuanto a los detalles, que algunas personas los valoran con fines eminentemente estadísticos, vemos que los empleos han crecido en sectores como la hostelería, con casi veintidós mil afiliados más; y en la construcción, con más de veinte mil personas. Enfrente, es decir, donde se ha perdido más empleo, destaca la agricultura, que se ha dejado en el camino a casi veintinueve mil afiliados, y en el comercio, con más de trece mil. Con respecto a estos datos y cómo se han repartido entre las comunidades autónomas, los descensos más importantes los han registrado Cataluña, con 7.843 personas; Islas Baleares, con 3.263, y Canarias, con 2.352. Los territorios en los que más ha subido el desempleo han sido nuestra comunidad, 16.265 personas, y Madrid, con 2.210. Eso sí, los nuevos contratos mantienen su tendencia al alza con un aumento por encima del doce por ciento si los comparamos con los de febrero del año pasado. Destacar por su importancia el aumento de los contratos indefinidos, que lo han sido en casi un dieciséis por ciento. Lo que se mantiene en claro descenso es la protección social, puesto que el porcentaje de desempleados con acceso a prestación o subsidio vuelve a bajar y se sitúa en casi un sesenta por ciento.

Con estos datos sobre la mesa, a cualquiera que se le proponga como única entrega laboral la de hallar empleo para tantas personas, nos dirá que ni lo intenta porque el batacazo sería monumental. De hecho, no otra cosa ha venido ocurriendo desde hace años con el trabajo desarrollado por la clase política en este campo. Después de marqueting propio, luego de millones, dicen, de inversión en la creación de empleo, de fórmulas de acceso especiales para los jóvenes y luego de todo lo que se les ha ocurrido inventarse aliados con los sindicatos, vemos que si se hubieran quedado quietos tampoco les íbamos a echar de menos. La diferencia hubiera sido que los gastos destinados a la inversión en la creación de puestos de trabajo, que finalmente ha servido de bien poco, habrían tenido un destino más aprovechable.