viernes, 4 de marzo de 2016

LA PREVENCIÓN EN EL VIAJE

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La meteorología, como hemos tenido oportunidad de comprobar en carne propia, no se distingue precisamente por avisar con tiempo a quienes, como nosotros, habíamos previsto desplazarnos a zonas del país en las que de antemano sabíamos que podían aparecer nevadas, aunque no con tanta fuerza e intensidad como las registradas la semana pasada. Incluso podíamos calificarlas de históricas si tenemos en cuenta que ha alcanzado a zonas que hacía años no la veían. La consecuencia directa que deviene de las diferentes nevadas podíamos decir que han sido variadas por su intensidad, aunque destacan las que influyeron en la seguridad de los miles de usuarios que se vieron en medio de la carretera casi sin ayuda y solo arropados por los que, como ellos, estaban atrapados en medio de la noche, nevando, y sin los elementos imprescindibles que demandan momentos tan exigentes. Las cadenas volvieron a ser las grandes abandonadas por quienes no previeron que pudiera aparecer la nieve y de la forma que lo hizo, cerrando puertos y haciendo el viaje realmente peligroso.

Pero volverá a pasar; que nadie se extrañe de que, además, sean los mismos protagonistas los que veamos de nuevo aparcados en la carretera sin poder continuar el camino debido a que, otra vez, despreciaron las cadenas en su momento, quizá disfrutando de un día de sol, y decidieron que no serían necesarias. Y no debía extrañarnos la situación del tiempo cuando asistimos a diario a cambios tan radicales como los de estos días. Al contrario, debía mantenernos en vigilia permanente si somos de los que nos las tenemos que ver con desplazamientos a diario por carreteras de todo tipo. El cambio climático está haciendo de las suyas continuamente y no deberían de sorprendernos ni las jornadas de sol y altas temperaturas que hemos disfrutado ni las que nos traen frío y hielo a camiones. Con esto queremos decirles que la prevención en carretera acaba siendo fundamental para no vernos inmersos en situaciones de peligro que pudimos eludir con solo haber recurrido, en tiempo y forma, a complementos como las cadenas, o los líquidos que rociamos sobre los neumáticos o las fundas de tejido especial que, aunque sean de un solo uso, éste puede ser definitivo para un viaje seguro.


Y algo que tampoco debemos obviar a favor de aumentar en todo lo posible la seguridad de nosotros mismos y, por supuesto, la de nuestros acompañantes, es conocer cómo se usan estos elementos, porque lo habitual es que se adquieran en su momento y se guarden a la espera de que aparezca la situación que lo exija y entonces es cuando comprobamos que no tenemos ni idea, especialmente las cadenas, porque tanto el líquido como las fundas de tela son relativamente fáciles de aplicar. Lo primero que debemos saber es cómo colocarlas y dónde, porque hacerlo en los neumáticos que no tienen tracción es como no si no las lleváramos; luego, no sobrepasar la velocidad de 20 kilómetros por hora, porque recordemos que éstas tienen una función concreta y es la de romper el hielo que nos vayamos encontrando en el camino. Por nuestra experiencia, lo mejor es que les dediquen unas horas a ponerlas y quitarlas en un garaje o en un lugar seguro con el fin de adquirir algo de entrenamiento para cuando llegue la ocasión estar preparados. Eso sí, no es lo mismo aplicarles las cadenas a nuestro coche en un entrenamiento que en plena nevada. Ténganlo en cuenta porque las exigencias climatológicas a veces adquieren categoría de insuperables.