Por
fin ha saltado la noticia. Ha sido en Madrid. Lo de que seamos los
propios usuarios de los vehículos los que, llegados a las estaciones
de servicio, estemos obligados a repostar nuestro coche, se ha
acabado. A partir de ahora seremos servidos, que es como debe ser si
tenemos en cuenta que la manipulación de los combustibles representa
un peligro añadido al hecho elemental de que nos podamos manchar o
que volvamos al coche oliendo como gasolineros, que por cierto
mantendremos hasta que dure el viaje. Las gasolineras de sírvase
usted mismo o las existentes en Madrid y su provincia que son
atendidas exclusivamente por máquinas expendedoras, desaparecerán
en poco tiempo porque así lo ha decidido el gobierno de la comunidad
y los propios empresarios del sector. Y han hecho bien, desde luego.
Lo que no sabemos es cuándo decidirán lo propio en el resto de
comunidades y si tienen previsto hacerlo, porque por el momento se
guarda silencio.
El
primer beneficio directo que supondrá para los usuarios es una vieja
reivindicación ligada a la seguridad, puesto que nos obligan a
manejar una manguera de la que sale líquido inflamable sin ningún
tipo de preparación que nos permita hacerlo con algo de seguridad.
Así, llegamos al surtidor que sabemos nos expenderá gas-oil o
gasolina, de los que debemos escoger el que más nos guste o nuestro
vehículo demande, que para eso existen dos categorías, extraer la
manguera de su ubicación, marcar la cantidad que tenemos previsto
repostar y apretar el gatillo hasta que éste salte y nos avise de
que hemos alcanzado el nivel pactado. Luego, volver hacia atrás
depositando la manguera en el lugar que le corresponde, que será
cuando se detenga el motor del surtidor. Luego, el pago de la deuda.
Y no siempre, porque ante la ola de robos y de huidas con el depósito
lleno, nuestras gasolineras cada vez se parecen más a las
americanas, en donde si no pagas antes de echar el líquido elemento
a tu coche, no podrás realizar la operación.
Otro
beneficio que se ha conseguido con la aparición de los operarios
atendiéndonos mientras las estaciones de servicio estén abiertas,
es la creación de puestos de trabajo, otra exigencia que era
ampliamente compartida especialmente por trabajadores solidarios, que
reclamaban su presencia por seguridad y por crear posibilidades de
empleo para los empleados que hacía solo unos meses habían sido
despedidos. No conocemos los datos sobre la cantidad aproximada de
empleos que generará en Madrid y su provincia esta decisión, pero
sí que serán muchos, ya que al menos se contratarán a dos por
estación dependiendo del horario de servicio. No hace tanto que
empezaron a proliferar las gasolineras total o parcialmente
desatendidas sin tener en cuenta el tipo de producto. Sin embargo, se
trata de un producto combustible, que en el caso de la gasolina tiene
un alto nivel de explosividad, y entendemos que es muy importante ser
atendidos. La Asamblea de Madrid ha aprobado esta semana la normativa
que obligará a contratar al menos a una persona para ofrecer este
servicio. En España un cinco por ciento de las gasolineras están
desatendidas; en Madrid asciende a veinte. A partir de ahora lo que
nos queda es comprobar si la medida es aceptada por las empresas del
sector, ya que servirá de ejemplo para el resto del país y el
beneficio que supondrá para trabajadores y usuarios lo podremos
compartir.