jueves, 17 de marzo de 2016

NUESTRA SEMANA DE PASIÓN

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Las mujeres y los hombres que harán posible, un año más, el milagro de Semana Santa, trabajan en los últimos retoques que determinarán que, una vez en la calle imágenes y tronos, no observemos ningún detalle que pueda manchar los nombres de sus respectivas cofradías y hermandades. Así ha sido desde siempre y así lo muestran en la calle, que es donde de verdad se examinan a los ojos de las miles de personas que tenemos por costumbre seguir los diferentes pasos por nuestras calles y avenidas. Todos los implicados en la organización y el desarrollo de esta gran festividad cristiana han puesto imaginación y esfuerzo en la consecución de los objetivos paralelos que demanda organización de tanta envergadura, como es el caso de la Iglesia, de las cofradías, del Ayuntamiento y del resto de invitados imprescindibles que hacen posible semejante milagro. La importancia que supone para cualquier ciudad, y muy especialmente para Andújar por el peso histórico que tiene desde hace siglos la representación de la Pasión en la calle, es el espaldarazo o la confirmación de un trabajo realizado con una gran carga de emotividad y pasión por parte de las personas que dan vida a las cofradías y hermandades, tesoros vivos que animan la convivencia y confirman creencias ancestrales de gran valor histórico.

Andújar, una vez más, volverá a ofrecer al mundo algo más que imágenes, porque recorrerla cargando con los cientos de kilos que algunos pasos o tronos tienen, no solo supone un esfuerzo que recae exclusivamente en los capataces y costaleros y costaleras, sino una responsabilidad de la que solo se sabe del encuentro con los fieles y de cómo acaben el recorrido. Por eso es tan importante el calor que aportemos entre todos a quienes no tienen otro objetivo que el de engrandecer a sus patronos, a su historia más íntima, aportando a los demás, a nosotros, su esencia y pasión menos conocida y en momentos que vienen a culminar el trabajo de todo un año. Antes han recorrido un largo camino que no ha estado exento de tropiezos y desencuentros, de apuestas valientes que les han servido para abrir sus manos y encontrar el apoyo de los miles de ciudadanos que conocen a conciencia sus problemas económicos y los diferentes proyectos sociales que realizan a lo largo del año.

Por eso nuestra Semana Santa es diferente, porque agrupa a gentes de gran corazón capaces de capitalizar proyectos allá donde sea necesario; porque rezuman pasión en todo lo que hacen, y porque su capacidad de sacrificio es infinita. Ellas y ellos son responsables únicos de la vida de su cofradía, de sus proyectos y de su futuro, porque recordemos que, al menos en nuestra ciudad, no cuentan con ayudas procedentes del comercio y de la hostelería, precisamente las dos grandes beneficiadas de las sinergias positivas que genera esta bendita semana. Tiempo es ya de que la situación gire a favor de una organización que, en silencio, viene demostrando a lo largo de los años que es capaz de sacar adelante su proyecto y, además, mejorándolo.


Por supuesto que nosotros no pedimos ni reclamamos en su nombre. Lo hacemos convencidos de que todos unidos por la misma ilusión y la misma fe podemos llegar mucho más lejos de lo conseguido hasta ahora. Andújar, por los tesoros que guarda, por la importancia de su imaginería, la originalidad de sus recorridos y las personas que le dan vida, merece que su Semana Santa reluzca en todo el país.