La
desaparición de un vecino de Andújar en las inmediaciones de la
Lancha y el Encinarejo el pasado viernes, como no podía ser de otra
forma, ha condicionado la actualidad en nuestra ciudad. Todas y todos
nos hemos implicado en las necesidades concretas que nos han
demandado y no menos en las que hemos decidido por nosotros mismos,
especialmente aquellas y aquellos que han peinado las zonas que les
han indicado previamente buscando a esta persona con el único
objetivo de salvarle la vida. Así fue el viernes y así se ha
mantenido hasta esta misma mañana, porque a estas alturas del día
se mantiene el operativo de búsqueda ampliado en lo posible y con
más apoyos técnicos. Lógicamente, si tenemos en cuenta que entre
nosotros lo de la especulación se lleva mucho y pocos somos los que
observamos lo que ocurre a nuestro alrededor y nos mantenemos al
margen, no podían faltar las opiniones de los que siguen de cerca
esta desaparición. Sin entrar en detalles, les aseguramos que no
echamos de menos a ninguna de las habituales, es decir, al alza y a
la baja, por lo que este desgraciado asunto, a falta de que se
solvente, ha alcanzado por momentos puntos de irreflexión absurdos.
Es cierto que la situación ha avanzado a peor porque el hecho de que
hayan transcurrido casi cinco días desde la desaparición acaba
siendo determinante, pero de ahí a aceptar las conclusiones a las
que han llegado quienes han decidido mojarse haciéndolas públicas
va un largo trecho. Aunque sea solo por respeto a una persona de la
que no tenemos noticias desde la semana pasada, no exponer delante de
los demás lo que se nos viene a la cabeza nos parece una decisión
que debemos agradecer en lo que vale. La situación es tan crítica,
el momento tan amargo para la familia y la solución tan agobiante,
que lo mejor es ponernos a disposición de quienes capitanean la
búsqueda de nuestro vecino y echar una mano en lo que podamos.
El
esfuerzo que vienen desarrollando las personas dependientes de las
organizaciones especializadas en situaciones de este tipo convendría
que no lo perdiéramos de vista por si un día no muy lejano
tuviéramos que agradecérselo. Es tal su entrega, su optimista
actitud a lo largo del día, su insistencia en la paciencia como
aliada para continuar con el trabajo y su ilimitada generosidad, que
no les importa el tiempo y sí el objetivo. Su apoyo y su ejemplo es
lo único que nos debe interesar. Esto y conseguir estar a su altura.
Solo así podremos compensarles su denodado esfuerzo; solo así nos
sentiremos satisfechos.
Mientras
tanto, la vida sigue. A lo grande, la elección del candidato a
presidente del Gobierno, que comenzará hoy a las tres menos cuarto
con la lectura del programa que presentará el PSOE en el Congreso de
los Diputados para su apoyo; más próximo a nosotros, Andújar
Flamenca, que culminará este fin de semana con la celebración de
uno de los sueños más compartidos que se desarrollan en nuestra
ciudad.