viernes, 29 de abril de 2016

MÁS POR EL MISMO PRECIO

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La revolución que se está produciendo en el mundo del motor, con una masiva búsqueda de elementos de aporten comodidad y seguridad a los usuarios, viaja paralela con las inversiones millonarias que efectúan los gobiernos de todo el mundo, siempre acompañados de grandes firmas especializadas en informática aplicada, también en hallar elementos que controlen los movimientos de vehículos especialmente por carretera y ciudad. Por eso esta semana pasada ha sido especialmente intensa e interesante en un apartado tan importante como es el de los radares o controladores de la velocidad, de si los usuarios disfrutan de los elementos diseñados especialmente para su defensa en caso de accidente, como es el caso de los cinturones de seguridad, si echan mano de algo tan sencillo como es el teléfono, etc.. Y ha sido precisamente la presentación en Francia de un nuevo radar el que ha hecho saltar chispas en el mercado del automóvil, porque eso de que se vayan a implantar unos nuevos controladores que, entre sus virtudes, posee la de fotografiar el vehículo por la parte delantera y la trasera al mismo tiempo y de poder realizar fotografías a ocho carriles diferentes también al mismo tiempo nadie se lo esperaba. Y lo que es aún más impactante: podrán hacer las fotos discriminando las situaciones de todos los vehículos, es decir, a uno por velocidad, otro por el uso del móvil, otro por no mantener la distancia de seguridad, otro porque no usa el cinturón... En definitiva, que nuestras autoridades de Tráfico, una vez dispongan de la autorización del Ministerio correspondiente y del dinero que supondrá la inversión, nos traerán el regalito casi sin que nos demos cuenta. Primero, como prueba de su infalibilidad y sin denunciar; luego, o sea, al mes más o menos, caeremos como moscas. Por lo tanto, los que se escabuyen entre camiones y vehículos cuando van a demasiada velocidad por los carreteras que admiten tres o cuatro carriles para evitar el fogonazo del radar, van dados. A partir de ahora, ya lo saben, controles más especializados y exhaustivos en nuestras carreteras en  muy poco tiempo. 

Paralelamente, las marcas, convencidas de que este tipo de implantaciones que limitan lo que ellas entienden que es la libertad del conductor, no son precisamente las mejores para mantener el actual nivel de ventas, trabajan sin descanso en proporcionar al mercado modelos a los que no les falta de nada y desde el primer nivel acceso a la gama, o sea, que la mayoría de las innovaciones que incorporan los vehículos han dejado de ser opcionales para pasar a formar parte del equipo de serie del coche. Aunque el motor sigue siendo determinante a la hora de la elección, los datos que barajan las empresas del sector anuncian una tendencia al lujo y el confort interior desconocidos hasta ahora, lo que le añade a la práctica totalidad de los vehículos un plus o categoría muy superior a la habitual; y lo mismo ocurre cuando se trata de analizar el coche en cuestión, porque lo que hace solo dos o tres años era un lujo que no estaba al alcance de todos, como podían ser los airbags, los sistemas de establización, los frenos de última generación, etc., ahora los disfrutamos en cualquier modelo sin pagar grandes sumas. De hecho, la diferencia de equipamientos entre modelos de la misma gama, que suelen ir estar ocho y diez mil euros, prácticamente es inexistente en detalles técnicos fundamentales para el control de automóvil y sí en navegadores, en sistemas de audio y vídeo, en iluminación interior, en la reducción de ruidos, etc. 


Apasionante nos parece la situación por la que discurre este especial mundo del motor, en el que encontramos ofertas que jamás pensaríamos que llegarían, con posibilidades de financiación casi infinitas y que han intervenido de manera exitosa en la recuperación de las ventas. Por cierto: recuerden lo de los nuevos radares... y buen viaje.