viernes, 15 de abril de 2016

MENOS CONTAMINANTES Y MÁS SILENCIOSOS

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La evolución tecnológica de los automóviles está suponiendo una fuerte inversión de los fabricantes en detalles que, en la práctica, para lo único que les encontramos rendimiento sea para presumir. Una vez superadas las innovaciones que ahora ni siquiera tenemos en cuenta, como serían el sistema de frenado, o el de la horizontalidad del vehículo, o la frenada programada por el propio automóvil, o las luces que cambian de corta a larga ellas solas, o el maletero que se abre con solo enseñarle el pie, o los equipamientos interiores que han hecho que nuestro coche se parezca cada vez más a uno del futuro, repetimos que muchas de ellas han dejado de interesarnos. Y más sabiendo que, a no tardar, los que vayan y vengan por carretera sin que el conductor tenga que intervenir en la conducción es una realidad tangible de la que poco a poco vamos conociendo detalles. De hecho, en España se están probando modelos con este objetivo: desplazar los coches por unas carreteras que, previamente controladas, permiten su circulación sin peligro de ningún tipo. En algunos de ellos, ni siquiera vemos al conductor, ya que el vehículo ha sido programado para ser utilizado sin esta figura imprescindible. En realidad, si echamos mano de la aeronáutica, sabemos que los aviones pueden desarrollar todas sus funciones sin que el piloto intervenga para nada. Lo que ocurre es que ¿alguien admitiría viajar siendo consciente de que el avión no cuenta con el equipo de pilotos habitual? Pues en el coche igual, aunque, como en los aviones, el conductor podrá relajarse a lo largo del viaje.

Actualmente, la oferta alcanza hasta los modelos más básicos; entre otras razones, porque el fabricante conoce muy bien los gustos y las exigencias de los usuarios, y sabe con rigurosidad y exactitud qué botón tocar para atraerlos a sus modelos. Y como lo espartano no se lleva, la primera medida fue inventarse los “packs”, una forma concreta de equipar al modelo básico por poco dinero y en la propia fábrica, lo que le añade un plus de confianza; la segunda, los precios, porque debemos tener en cuenta que muchos de los modelos más demandados tienen un precio de salida que demanda menos inversión que uno fabricado hace cinco o seis años, y este es un detalle que actualmente está firmado por marcas de primera línea y que está siendo muy bien valorado en la calle, y muy especialmente por la red de concesionarios, que están saliendo aún de una particular crisis lentamente, pero segura.

En cuanto al futuro de los automóviles en general, es evidente que las marcas están obligadas por directivas de los gobiernos de todo el mundo a poner en el mercado modelos cada vez menos contaminantes. De ahí que los híbridos y los eléctricos estén ganando puestos en las ventas impensables hace un par de años. Los primeros, porque permite al vehículo disfrutar de dos tipos de motores: eléctrico y convencional, que, sobre todo en ciudad, le añade un plus a tener en cuenta; y eléctrico cien por cien, del que están saliendo modelos que alcanzan velocidades muy parecidas, si no más, que los normales, y este detalle es tenido en cuenta en la mayoría de las compras que se han efectuado hasta ahora. Es más, se extiende imparable la red de gasolineras y hoteles que incorporan a sus servicios la oferta eléctrica. Por lo tanto, aunque aún están por llegar las grandes novedades de las marcas más implantadas, la realidad es que el mundo del automóvil en todas sus variedades camina decidido en la búsqueda de vehículos menos contaminantes, más silenciosos y que el precio no sea un impedimento para el comprador.