lunes, 23 de mayo de 2016

ILUSIÓN POR EL FUTURO

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Este fin de semana, la romería chica ha puesto el broche de oro a las convocatorias firmadas por las cofradías y hermandades que tienen a la Virgen de la Cabeza como patrona. Por otra parte, la onomástica de la orden trinitaria, que para eso el domingo celebraba la Iglesia la Santísima Trinidad, sirvió para la reflexión, el descanso y observar el futuro con más calma y sosiego después de un tiempo durante el cual las presiones desde fuera han sido excesivas, injustas y desde luego desproporcionadas. El tiempo en el que se ha dado la oportunidad a los fieles de expresar sus verdaderos sentimientos han dejado claras sus preferencias, sus intenciones y su disposición a mantener las tradiciones por encima de las tribulaciones a las que algunos han sido sometidos. Como dijimos en su día, los heridos propios de esta crisis muestran en público su disconformidad con lo que ellos entienden no se ajusta a la realidad y anuncian que seguirán en su línea de lo que entienden es la búsqueda de la verdad. Mientras, lo que decíamos: la romería chica, que ha resultado ser un éxito, convocó a miles de personas alrededor de la basílica-santuario en busca de la Morenita, que volvió a abrir sus brazos bendiciendo a peregrinos y romeros.

En la ciudad, inquietud entre los vecinos y vecinas de Lope de Vega, que mantienen sus dudas por si finalmente se inician y finalizan las obras que cambiarán, no solo la fisonomía de su calle, sino que dejará de ser de doble dirección. Sin embargo, lo que de verdad les preocupa es la actitud de algunos ciudadanos, que, lejos de su domicilio y por tanto de sus problemas, se han erigido en unos valedores exigentes del no a una sola dirección, con lo que se alinean decidida y sospechosamente con el equipo de gobierno anterior, que usa de todo tipo de escaramuzas y denuncias para promocionar su decisión. Por el momento, en una clara decisión de los actuales regidores, se mantiene el sí al cambio de lo que ha sido hasta ahora y todo indica que saldrá adelante, que para eso se ha usado no solo de los técnicos imprescindibles cuando de tomar una decisión tan importante se trata, sino del apoyo de los colectivos implicados en el día a día del tráfico ciudadano, que dijo sí desde el primer momento a la intención del Ayuntamiento de eliminar una de las direcciones. Intentar usurpar el legítimo papel de quienes recorren a diario y varias veces la ciudad y convertirse, sin más autorización que la de un grupo de políticos que no hicieron las cosas como demandaban la solidaridad y el sentido común, es lo mismo que abrazarse al no porque sí y mostrarse incapaces de argumentar con rigor su papel. De rechazo o como añadido, que se les coloque el título de manejables o correveidiles es lo menos que hemos escuchado en la calle. De hecho, está oliendo la ciudad a tan antiguo, que nos hace sospechar que no tardarán en aparecer las habituales manifestaciones en las que se pedía la industrialización de la ciudad, la unidad de diabetes en el hospital o, como ocurrió en su día, en un alarde de imbecilidad especial o propia de descerebrados, cerrar Radio Andújar. Y no crean ustedes que no pusieron interés. Es verdad que cuando supimos quién animaba el cotarro, quiénes apoyaban el despropósito y los que estaban dispuestos a acarrear la pancarta, respiramos tranquilos. Tanto torpe junto no gana batallas. Eso sí, claro dejaron lo que para ellos es la democracia y la libertad de expresión. Y es que doce años en la sombra, en las catacumbas, dan para mucho.


Ahora nos encontramos en etapa claramente diferente, ni peor ni mejor, aunque con nuevos aires que compartir y con futuro más ilusionante. Puede que al final de este ciclo no resulte como queremos, pero Andújar entera tiene todo el derecho del mundo a créerselo, a confiar en que es posible. Y debe quedar claro que quienes andan remando a la contra, aunque sea tan legítimo como los que piensan lo contrario, que aprendan de memoria que el respeto es patrimonio de la gente educada.