jueves, 9 de junio de 2016

A UN AÑO DEL INICIO DE LA LEGISLATURA

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Con la campaña oficial de las elecciones del 26 de junio a punto de iniciarse, porque será esta noche, con los programas políticos de los partidos ya en las manos de los ciudadanos, con las temperaturas desproporcionadas por demás, por aquí andamos, a la espera de que el Partido Socialista de nuestra ciudad, su líder, decida aparecer en los medios o donde crea más conveniente y relatar a la ciudadanía su experiencia a lo largo del primer año de legislatura, la mitad de lo ejecutado se mantiene en el alero de la expectación mientras los protagonistas de estos trescientos sesenta y cinco días se muestran medianamente satisfechos. El resto de grupos alejados del gobierno, como es el caso de Izquierda y Unida y Partido Popular, parecen esperar su comparecencia para opinar sobre lo que se ha desarrollado hasta el momento. En principio, las dos fuerzas políticas han venido coincidiendo en varias de las controversias más polémicas, aunque cuando se ha tratado de problemas mayores, de posiciones más radicalizadas, han sido evidentes las no coincidencias. A nosotros, más ligados a la calle y los problemas de la ciudadanía, nos interesa y mucho lo que a corto y medio plazo tiene previsto el equipo de gobierno para la ciudad como conjunto. Si tenemos en cuenta que Andújar, sobre todo cuando se trata de asuntos económicos y deuda acumulada, tiene para dar y tomar, estaríamos interesados en conocer las políticas que previstas desarrollar y, aún más importante, cómo reducir la deuda que tanto limita nuestro desarrollo como comunidad que, entre otras necesidades, ansía generar empleo público y privado. Sabemos que la oferta de trabajo puesta a disposición de los ciudadanos, que cuenta con un presupuesto de quinientos mil euros, está sirviendo como excepcional tónico revitalizante de quienes habían perdido todas las esperanzas, pero también sabemos que el dinero es poco, que las necesidades muchas y que solo con actuaciones de esta clase no se puede alimentar tanto legítimo y demostrado derecho al trabajo.

Por eso seguimos sin entender, ni antes ni ahora, que los hombres y las mujeres de los grupos políticos con representación en el salón de plenos mantengan sus posiciones de no participar en nada que tenga que ver con las tareas de los gobiernos, y más si éstas muestran posibilidad de éxito en su desarrollo. El desgaste político que genera este tipo de actitud, que no es otra cosa que estar en contra de todo porque sí, para lo único que nos sirve a los ciudadanos es para comprobar que las mayorías absolutas al final son más rentables porque no tienen que dar cuenta a nadie de su gestión. Otra cosa, evidentemente, es que el poseedor de tanto apoyo sepa digerir la responsabilidad que le han cedido temporalmente y aúpe a su municipio al lugar que exigía justo cuando actuaba en los mítines propios de campaña. En situación tan particular, con oportunidades por estrenar desde las que obtener apoyo para sus proyectos, volvemos a repetir que nadie pide más que lo prometido cuando solicitaban el voto. Dejar pasar el tiempo a la espera de que los problemas se solucionen por sí mismos no solo es una actitud poco recomendable, sino ganas de perder lo que se ha conseguido a lo largo de los años.

Repetimos que a la espera de lo que nos cuenten desde el gobierno de nuestra ciudad las tareas en las que se han empeñado, y sabiendo que muchas de las decisiones adoptadas en este primer año han sido muy importantes para el conjunto, no acabamos de tenerlas todas consigo sabiendo el inmenso número de decisiones que están obligados a tomar en poco tiempo si de verdad quieren acabar la legislatura con algo de brillo. En realidad, con que se cite a los medios de comunicación con el objetivo de compartir con ellos lo acontecido en este primer año, casi es suficiente si tenemos en cuenta la diferencia que encontramos en la dinámica de nuestra tarea diaria.