El
fin de curso en los centros escolares sigue siendo un gran y esperado
momento por la comunidad educativa. Y es que ambos encuentran en días
tan especiales la justificación a todo el trabajo realizado a lo
largo del curso escolar. Familiarmente, aunque no en todas las
familias se acepta de buena gana un gasto que representa una
inversión económica casi inesperada, la realidad es que son
instantes compartidos en familia de muy buena gana y en los que, un
año más, se funden sentimientos que acaban siendo unos
excepcionales instantes en la cotidianidad de todas y de todos.
Crematísticamente, la inversión que demanda el alumnado representa
un alivio para nuestros comercios, especialmente los de ropa, aunque
de un tiempo a este parte joyerías, perfumerías y las de
complementos han visto cómo han aumentado sus ventas coincidiendo
con los cierres de los cursos. Tampoco faltan a esta cita los
establecimientos hosteleros, que asumen su papel como corresponde a
clientes tan especiales. Resumiendo, fundamental para unos y otros el
punto y seguido del curso escolar. Lo de los alumnos que se han
tenido que enfrentar a la selectividad, algunos han quedado citados
para septiembre, en donde tendrán que demostrar si el trabajo que
han realizado estos días de verano les resultará rentable para sus
intereses. Entre quienes el nuevo curso lo iniciarán en ciudades
diferentes, con compañeros desconocidos, con estudios superiores a
los que dedicarle su tiempo y en un ambiente que los primeros días
serán interminables, nuestro ánimo nuestros mejores deseos.
Alcanzar las metas que suelen proponerse en días tan comprometidos
se convertirá en noches en blanco y entregas al estudio constantes.
Entre
los otros protagonistas, es decir, la clase política, confirmar que
las elecciones del próximo fin de semana les obliga a estar de
guardia permanente en busca de los últimos esfuerzos propios de
quienes vienen de realizar un excepcional y duro trabajo y van en
busca del apoyo popular que les situará, de nuevo o por primera vez,
en puestos de relevancia popular. Las encuestas mantienen los
pronósticos anunciados desde los primeros días de la precampaña,
lo que situaría como ganador al Partido Popular seguido de Unidos
Podemos y el Partido Socialista, con el cuarto puesto para
Ciudadanos. Sobre lo que devengue para la sociedad española el
recuento electoral, es cosa de los partidos políticos y deben ser
ellos los que decidan por nosotros. Sin embargo, teniendo en cuenta
que se mantienen los mismos programas del pasado diciembre de 2015,
que los líderes prácticamente no han cambiado si obviamos la unión
entre Izquierda Unida y Podemos; que las expectativas son las mismas
de las primeras encuestas y que se mantienen los mismos nubarrones
sobre la necesidad de pactos y apoyos entre ellos, o mucho cambian
las cosas, algo que no es creíble conociendo a los protagonistas, o
volveremos a vivir días de incertidumbre muy parecidos a los que nos
han tenido seis meses sin gobierno.
En
política local tampoco están las cosas para tirar cohetes, con
claro descontento entre quienes esperaban mucho más del plan de
empleo del Ayuntamiento, sobre el que han recaído, una vez más,
las dudas sobre la elección de los que han sido agraciados con unos
meses de empleo que les permitirán un relativo y escaso desahogo
económico. Pero también tenemos buenas noticias, aunque por espacio
y urgencia las dejaremos para mañana.