miércoles, 28 de septiembre de 2016

ANDÚJAR Y SUS AGUAS SUBTERRÁNEAS

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La recuperación de la fuente ubicada en la Silera, que mostraba un aspecto de dejadez deplorable y que a partir de ahora estamos convencidos será una referencia para todos, es el primer paso de la recuperación de manantiales que tiene previsto el Ayuntamiento, a través de la Delegación de Obras y Servicios, y que no tardaremos en ver realizado. Así, además de esta importante intervención, la Fuente Sorda y la que encontramos en los aparcamientos exteriores de la zona, de donde se surten los camiones para el riego urbano y algunos agricultores, esperan la llegada de hombres y máquinas para ponerlas definitivamente en uso. Como lo importante es que el agua no se pierda y acabe en el río sin ningún aprovechamiento, y teniendo en cuenta que se trata de un bien escaso, desde la Concejalía lo que está previsto es construir un aljibe bajo tierra que permita la recepción de este agua y su posterior recuperación para el uso controlado que se le quiera dar.

El depósito subterráneo en cuestión está previsto construirlo, con cargo a la Junta de Andalucía y el propio Ayuntamiento, a la izquierda de la entrada de acceso al parque de Colón (ahora, desgraciadamente, aparcamiento) y permitirá que las personas dotadas del permiso necesario para entrar y salir, y aprovechar el agua acumulada, lo hagan con normalidad y seguridad. No conocemos el plazo de inicio y menos el de finalización, pero sí que la decisión está oficialmente tomada y que, como todo lo que lleva sello oficial, debe superar los trámites previstos para una intervención municipal de esta importancia. A partir de entonces, al tiempo que se mantiene la salida del agua por los caños de los que están dotadas, será aprovechada, como hemos dicho, para usos como el riego de las vías públicas o el campo de fútbol próximo, que por cierto demanda más líquido elemento que si su césped fuera natural.


Por otra parte, a la espera de las correspondientes catas y prospecciones que impone su desaparición hace muchos años, está previsto buscar y encontrar el venero que de toda la vida ha estado manando agua en la zona del actual barrio de Mirasierra. Como cuentan algunos vecinos, este manantial surtía de agua potable a muchos de los residentes de esa parte de la ciudad los años en los que la red de agua municipal no existía, además de a los agricultores que iban y venían a las tierras de labor y que se pertrechaban de ella para el camino y el trabajo. Si tenemos en cuenta que nuestra ciudad es muy rica en aguas subterráneas, que su aprovechamiento no solo permitirá recuperarla para el consumo humano o el riego de jardines, poner manos a la obra y ocuparse de su control entendemos que nos beneficiará a todos, y, repetimos, no solo por el hecho de controlarla, sino porque añadiría un toque estético a las zonas de la ciudad en las que viertan sus aguas y no menos la consolidación de un microclima del que, en verano, no serían pocos los que lo aprovecháramos. Lo interesante, por aquello de conocer en profundidad la posible ubicación de otros veneros, es trabajar en favor de su búsqueda. Desde luego, convencidos estamos de que las actuales fuentes y las que pudieran aparecer sumarían en positivo para conseguir una ciudad con rincones muy parecidos a ciudades como Granada o Córdoba.