Para
muchos, la idea de que Andújar sea una ciudad de servicios parece no
gustarles; para otros, todo lo contrario, que es viable y que se
podrían crear algunos puestos de trabajo. En lo que coinciden las
dos opiniones o corrientes es que, ya puestos, situados como estamos
en medio de la baraja, lo mejor sería que nuestros gestores se
decidieran definitivamente a conseguir para nosotros el título o la
categoría de ciudad de servicios. De estar como estamos, sin
definición y sin estatus del que presumir, a ser conscientes de que
somos una ciudad preparada para proporcionar servicios de calidad a
los que aquí vivimos y los que vengan de fuera, no crean ustedes que
es poca cosa, y más sabiendo lo que supondría, concretamente en el
apartado de inversiones públicas, el dinero que nos llegaría para
conseguir esta titulación y que debía ser dedicado íntegramente a
mejorar las vías de comunicación, más aparcamientos, más
hospedaje, mejor señalización en la ciudad y en las carreteras de
acceso y aproximación, más centros lúdicos, renovación de la
carretera hacia la basílica-santuario de la patrona… En realidad,
no tenemos del todo claro que esto sea así, pero si para las
ciudades que han sido reconocidas como patrimonio de la humanidad
existe dinero público para la mejora del conjunto monumental que
albergan, es posible que en nuestro caso ocurriera algo parecido.
Sea
como sea, observando con un poco de perspectiva la evolución de la
industria, y el hecho o realidad de que nosotros, por el momento y
como mucho, podíamos aportar terreno para su instalación, eso que
de alguien revise los papeles y resuelva con objetividad lo que de
verdad puede acabar siendo un futuro más consolidado, no crean
ustedes que es una situación descabellada. Miren, aceptando lo del
puerto seco o plataforma intermodal acabe siendo una realidad
a medio plazo, también que lo que nuestros actuales gestores
prometieron como meta que alcanzar en el apartado creación de
puestos de trabajo (que sabemos trabajan sin descanso para
conseguirlo), el hecho es que la prisa que nos estamos dando por
recuperar nuestra capacidad reproductiva nos avisa con tiempo que no
tardaremos en completar el marcador y, por lo tanto, estamos
obligados a buscar residencias alternativas en las que poder
desarrollar lo aprendido o donde la divinidad nos dé a entender.
Dicho
esto, equipar con servicios que ofrecer a quienes confíen en nuestra
capacidad de trabajo e imaginación repetimos que no sería nada
descabellado. Por ejemplo, ¿sería posible que nuestra ciudad, por
fin, albricias, fuera sede para la obtención del permiso de
conducir? ¿Se podría preocupar alguien de que los profesionales del
mundo de las visitas, excursiones y de más, que mueven millones de
euros al año, conocieran nuestras posibilidades reales de ciudad y
entorno visitable? Administrativamente hablando, y teniendo en cuenta
la capitalidad de la comarca que ostentamos, obtener más centros
oficiales con el fin de que aumente significativamente la población
flotante diaria tampoco estaría de más. Por el momento, el hospital
ha conseguido que muchas de las personas que obligatoriamente nos
visitan por motivos de salud, nos hayan descubierto como ciudad
moderna, con muchas posibilidades de mejora y con una oferta en
servicios realmente espectacular. Lo que ocurre es que tenemos que
créernoslo nosotros mismos y trabajar por la consecución de unos
objetivos compartidos que acabarían, estamos convencidos, con la
habitual y asfixiante lentitud de las Administraciones con las que
tenemos que vérnoslas. Y como no queremos llegar al apartado de los
ejemplos y desde ahí lanzar ideas rancias a las que jamás
llegaremos, lo mejor es compartir con ustedes la convicción de que
es posible; de que, si lo deseamos con todas nuestras fuerzas, lo
conseguiremos. Y luego, pues eso, a esperar.