lunes, 17 de octubre de 2016

CONFIAR EN NUESTRAS POSIBILIDADES

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Para muchos, la idea de que Andújar sea una ciudad de servicios parece no gustarles; para otros, todo lo contrario, que es viable y que se podrían crear algunos puestos de trabajo. En lo que coinciden las dos opiniones o corrientes es que, ya puestos, situados como estamos en medio de la baraja, lo mejor sería que nuestros gestores se decidieran definitivamente a conseguir para nosotros el título o la categoría de ciudad de servicios. De estar como estamos, sin definición y sin estatus del que presumir, a ser conscientes de que somos una ciudad preparada para proporcionar servicios de calidad a los que aquí vivimos y los que vengan de fuera, no crean ustedes que es poca cosa, y más sabiendo lo que supondría, concretamente en el apartado de inversiones públicas, el dinero que nos llegaría para conseguir esta titulación y que debía ser dedicado íntegramente a mejorar las vías de comunicación, más aparcamientos, más hospedaje, mejor señalización en la ciudad y en las carreteras de acceso y aproximación, más centros lúdicos, renovación de la carretera hacia la basílica-santuario de la patrona… En realidad, no tenemos del todo claro que esto sea así, pero si para las ciudades que han sido reconocidas como patrimonio de la humanidad existe dinero público para la mejora del conjunto monumental que albergan, es posible que en nuestro caso ocurriera algo parecido.

Sea como sea, observando con un poco de perspectiva la evolución de la industria, y el hecho o realidad de que nosotros, por el momento y como mucho, podíamos aportar terreno para su instalación, eso que de alguien revise los papeles y resuelva con objetividad lo que de verdad puede acabar siendo un futuro más consolidado, no crean ustedes que es una situación descabellada. Miren, aceptando lo del puerto seco o plataforma intermodal acabe siendo una realidad a medio plazo, también que lo que nuestros actuales gestores prometieron como meta que alcanzar en el apartado creación de puestos de trabajo (que sabemos trabajan sin descanso para conseguirlo), el hecho es que la prisa que nos estamos dando por recuperar nuestra capacidad reproductiva nos avisa con tiempo que no tardaremos en completar el marcador y, por lo tanto, estamos obligados a buscar residencias alternativas en las que poder desarrollar lo aprendido o donde la divinidad nos dé a entender.



Dicho esto, equipar con servicios que ofrecer a quienes confíen en nuestra capacidad de trabajo e imaginación repetimos que no sería nada descabellado. Por ejemplo, ¿sería posible que nuestra ciudad, por fin, albricias, fuera sede para la obtención del permiso de conducir? ¿Se podría preocupar alguien de que los profesionales del mundo de las visitas, excursiones y de más, que mueven millones de euros al año, conocieran nuestras posibilidades reales de ciudad y entorno visitable? Administrativamente hablando, y teniendo en cuenta la capitalidad de la comarca que ostentamos, obtener más centros oficiales con el fin de que aumente significativamente la población flotante diaria tampoco estaría de más. Por el momento, el hospital ha conseguido que muchas de las personas que obligatoriamente nos visitan por motivos de salud, nos hayan descubierto como ciudad moderna, con muchas posibilidades de mejora y con una oferta en servicios realmente espectacular. Lo que ocurre es que tenemos que créernoslo nosotros mismos y trabajar por la consecución de unos objetivos compartidos que acabarían, estamos convencidos, con la habitual y asfixiante lentitud de las Administraciones con las que tenemos que vérnoslas. Y como no queremos llegar al apartado de los ejemplos y desde ahí lanzar ideas rancias a las que jamás llegaremos, lo mejor es compartir con ustedes la convicción de que es posible; de que, si lo deseamos con todas nuestras fuerzas, lo conseguiremos. Y luego, pues eso, a esperar.