jueves, 20 de octubre de 2016

ESPAÑOLES BUSCANDO EMPLEO POR EL MUNDO

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La Fundación Vuelta a Casa – El Almendro acaba de ser presentada en sociedad y al tiempo dado a conocer su primera entrega. Su informe, el primero de su corto recorrido, es “¿Cómo viven la distancia los españoles que residen en el extranjero?”, un reto de gran importancia y no menos relevancia del que pretendemos obtener datos que compartir con ustedes. Sepan que la primera acción de la Fundación ha sido analizar y conocer cómo viven los españoles que, por diferentes motivos, se vieron obligados a dejar sus hogares y sus respectivos círculos familiares y de amistad, en qué ambientes se desenvuelven una vez ubicados en su nueva residencia, qué echan más en falta y cómo se relacionan con sus nuevas amistades. Evidentemente, se trata de un trabajo que exige una enorme tarea porque se deben valorar las respuestas que han dado los protagonistas y trazar con ellas el resultado del informe y hacerlo asequible al gran público.

Entrando de lleno en el análisis, sabemos que solo una cuarta parte de los españoles que vive fuera se plantea regresar a corto plazo. También que la mitad de los españoles que reside fuera afirma que tiene contacto diario con su familia y amigos. Además, que el ochenta y cuatro por ciento utiliza las redes sociales para comunicarse. Y más, porque uno de cada tres vuelve al menos una vez al año a sus hogares en España, siendo la Navidad la fecha preferida para hacerlo. Como podemos comprobar una vez conocidos los datos, el hecho de que no tengan intención de regresar propone una serie de disyuntivas muy significativas que debían ser tenidas en cuenta especialmente por quienes han tenido mucho que ver con la implantación de una crisis que ha acabado con millones de sueños e ilusiones y no menos empleo. Destaca el hecho de que la respuesta haya sido casi unánime entre ellos y ellas, y todo porque la experiencia vivida por cada uno les ha marcado de por vida. Es normal que quien ha estudiado para poder desarrollar lo aprendido, quien ha dedicado su juventud y el dinero familiar a prepararse un futuro de trabajo y prosperidad, no acepte que para ver cumplido su sueño se vea obligado a salir de su país y no siempre en condiciones óptimas.

Evidentemente, no todos los españoles viajan en busca de trabajo en las mismas condiciones, ya que unos lo hacen con un contrato firmado que les proporcionará empleo y tranquilidad, y otros, quizás la gran mayoría, salen a la aventura. Estos últimos son los que en realidad pagan con su esfuerzo la elección de buscar empleo en el exterior, puesto que lo de que fuera de España los perros se atan con longaniza es una burda leyenda que en ningún momento ha sido realidad y que, sin embargo, ha servido para consolidar grandes decepciones. Por otra parte, el hecho de que la crisis cabalgue con fuerza por toda Europa no facilita precisamente el que hallemos empleo en el país vecino o el más lejano. Es más, sabemos que desde hace cuatro o cinco años las cortapisas a los ciudadanos europeos se han implantado con fuerza y aumentan las exigencias en origen de manera que abortan infinidad de decisiones entre los jóvenes. Al tiempo, por aquello de dramatizar un poco más la situación de los emigrantes y los migrantes, el que Inglaterra haya votado el “brexit” ha sido como un jarro de agua fría que ha venido precisamente a congelar los legítimos deseos de muchos de los jóvenes que realizaban este desplazamiento en busca de un empleo circunstancial y, al mismo tiempo, volverse a casa con el idioma bien aprendido.


La Fundación “Vuelve a Casa – El Almendro” ha venido a poner más luz en un asunto que nos toca a todos de una forma o de otra y que nos ha servido para conocer en toda su dimensión la realidad de unos jóvenes decididos y no menos hartos de hallarse varados en el mismo puerto.