
Si
finalmente el proyecto del actual gobierno municipal, de crear una
nueva comisaría para la policía local, se consolida y realiza todos
estaremos de enhorabuena. Naturalmente, la ciudadanía será la
primera beneficiaria de esta creación, aunque los que de verdad
resultarán premiados son los agentes, que a partir de entonces
desarrollarán sus tareas en unas instalaciones más lógicas,
repartidas sus dependencias de forma que la proximidad entre ellas
permita un mejor desenvolvimiento de sus respectivas obligaciones, y
sobre todo, intimidad para su dedicación, porque recordemos que se
trata de un lugar en el que se deben compartir infinidad de secretos
profesionales que, como ocurre ahora, muchos de ellos son escuchados
por las personas que en esos instantes se encuentran despachando
asuntos de su interés en sus instalaciones. Lo del traslado de su
actual ubicación a la zona prevista estamos convencidos de que no
caerá bien a todos, especialmente a quienes tengan que vérselas con
procedimientos en los que la policía local sea imprescindible. Las
necesidades de espacio, no obstante, vienen demandando desde hace
años una instalación acorde con la importancia del trabajo que
desarrollan a diario y, al mismo tiempo, que proporcione al exterior
una imagen de los agentes unida a su importante papel.
En
la consecución de una ciudad moderna, equipada con gusto y estilo,
dotada de servicios y cómoda de pasear y circular por ella, la
importancia de las instalaciones municipales son determinantes para
la valoración que hace el ciudadano y, de entre éstas, sin duda que
una comisaría de policía local alejada de la actual en toda su
dimensión no solo beneficiará a sus integrantes, sino a la propia
ciudad. Además, si el gobierno municipal decide atender las
peticiones de mejora que los agentes les han hecho llegar y que, por
otra parte, el concejal-delegado confirmaba la semana pasada en la
fiesta de los patrones del cuerpo, estamos convencidos de que por fin
se restablecerá la interrumpida línea de entendimiento que hasta
ahora ha mostrado importantes cortes y que permitirá mejorar los
servicios que prestan. En palabras de su actual responsable, señor
Soria, la necesidad de aumentar el número de agentes, por ejemplo,
permitiría la ampliación y mejora del trabajo a desarrollar y que
actualmente se realiza exclusivamente gracias a la entrega de los
funcionarios.
A
partir de ahora, por tanto, incluiremos en la agenda de obligaciones
y promesas del equipo de gobierno la construcción y puesta en
servicio de las oficinas que facilitarán el trabajo y la dedicación
de los agentes locales. De plazos y demás, poco que compartir con
ustedes. Si tenemos en cuenta que esta idea ha sido planteada por
todos los gobiernos municipales y utilizada especialmente en momentos
de crisis por enfrentamientos, la verdad es que hay que hacer un
seguimiento casi diario para comprobar si evoluciona o acaba
encerrada en algún cajón. Ya ocurrió, recuerden, con las nuevas
instalaciones de la policía nacional, que fueron presentadas con
todo tipo de detalles, cámaras televisivas y micrófonos
radiofónicos, para luego quedarse en un plano que es posible que
hasta se haya perdido. Escamoteada su construcción por la crisis, en
realidad lo que ocurrió es que no hubo más voluntad que la de
vender humo una vez más, que en eso nuestra ciudad ha sido pionera y
hubo momentos que adquirió una experiencia y seguridad en sus
planteamientos que para sí quisieran otras de mayor importancia. Ya
veremos en qué queda esta información que compartimos con ustedes.