Nuestros
políticos tendrán que aprenderse técnicas diferentes a las usadas
hasta ahora si quieren conseguir de nosotros, de los ciudadanos,
apoyo para sus proyectos, causas o sueños, que de todo hay, como en
la viña del Señor, en la de ellos. Y es que desde que nos
prometieron mejorar el camping y el cine Avenida, y luego comprobamos
en nuestras carnes lo que acabaron haciendo con tantos metros
cuadrados a cuatro pesetas (porque entonces aún se valoraba en
pesetas), la verdad es que la decepción aún nos dura y estamos
convencidos de que perdurará en el tiempo por años y años. Esto
viene a cuento porque fue en el 2003 cuando, siendo alcalde Antonio
Cuenca, se inició lo que sería una realidad en dos o tres años y
que aún hoy, a menos de dos meses de que finalice 2016, o sea, casi
trece años después, aún nos siguen hablando de la futura
plataforma intermodal, puerto seco o como quiera que se llame lo que
aseguran van a construir en los Llanos del Sotillo y que, por si
faltaba algo, le han añadido la frase mágica que anuncia la
generación de cientos de puestos de trabajo. Pues no, miren ustedes,
no estamos precisamente para promesas de este tipo, y más cuando
llevamos años y años esperando mejoras mucho más baratas para el
inversor y que sí que nos mejorarían la vida de manera tangible.
El
Consejo Económico y Social de la provincia ha entrado en nuestra
ciudad y ha valorado determinadas zonas de nuestro término
municipal. Sus conclusiones deben ser leídas por cuantos más de
nosotros mejor, pero sobre todo por la clase política local,
autonómica y nacional, que para eso tienen directa responsabilidad
en nuestro futuro. Sin ir más lejos se han adentrado en el parque
natural Sierra de Andújar y, en su estudio y disección, han llegado
a la conclusión de que es el peor tratado de los cuatro de la
provincia, que demanda inversiones públicas con urgencia y por
supuesto un mejor trato administrativo. A la carretera la valoran con
un cero patatero y muy especialmente la que, desde el cruce del
santuario, continúa hacia la provincia de Ciudad Real. Y con razones
objetivas, porque para ser una carretera nacional la verdad es que,
sobre todo en nuestro término municipal, porque cuando entramos en
las autonómicas de Castilla-La Mancha el asfaltado, el ancho y la
señalización son otro mundo, la tachan de vergonzosa.
Ahora,
en unos días, parece que lo del carril-bici entre Andújar y
Zumacares prometido por Felipe López, a la sazón consejero del
gobierno andaluz, lo mismo que ya hizo con la señalización en la
carretera que avisa a los usuarios de la presencia de ciclistas en la
calzada, va a ser una realidad. Tendremos oportunidad de comprobarlo
la semana próxima, aunque lo que nos han adelantado es que será una
realidad en breve. Lo que ocurre es que han sido tantos años a la
deriva, sin conocer si quiera si existía futuro para Andújar, que
lo de estar permanentemente con la mosca detrás de la oreja y no
creernos nada de lo que nos cuentan es una consecuencia lógica del
trabajo mal hecho que se ha realizado. Quizá por eso deberíamos
calmar nuestras justificadas ansias de justicia y dar un margen de
confianza a quienes llegan a nosotros con proyectos que realizar. De
hecho, dependiendo de dónde coloques la grabadora, así será
nuestro ansiado derecho a ser iguales.