viernes, 20 de enero de 2017

PACIENCIA Y PRUDENCIA

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La evolución meteorológica nos venía avisando de que el frío, y todo lo que arrastra, es decir, niebla, lluvia, viento, nieve, etc., quería protagonismo. Y así ha sido. Muchos, quizás demasiados, han sido los usuarios que se han visto apartados de la circulación obligados por la nieve acumulada y la presencia de placas de hielo en la carretera. Por lo que nos cuentan, los vendedores ocasionales de cadenas, apostados que andan junto a los puertos cerrados a la espera de los no previsores para colocarles su mercancía, han hecho su agosto en pleno enero. Como hemos dicho en otros comentarios, las cadenas en cualquiera de sus formas a la venta, si tenemos en cuenta la tranquilidad que nos aportan y el precio que debemos pagar por ellas, no son nada comparables con el resultado o el partido que obtenemos de su uso. Eso sí, hay que llevarlas consigo, que no ha sido el primero que ha echado mano de ellas y ha sido entonces cuando ha caído en la cuenta de que las había dejado en el garaje. Y si esto nos ha ocurrido a nosotros, poco dados a compartir nevadas como las de este año en la mitad de la provincia, no digamos nada de quienes conviven con ella desde el inicio de la estación invernal. Pues con todo y con eso, sepan que no han faltado los descuidados o los que menosprecian el peligro que genera el hielo y la nieve, y no las adquieren conscientemente, convencidos de que no les harán falta.

Con el mismo objetivo, o sea, su seguridad, echamos mano una vez más de la suspensión y los neumáticos como elementos imprescindibles que lo son de nuestro vehículo y que en situaciones de especial necesidad, como es una meteorología adversa, cobran un especial protagonismo por razones obvias. Precisamente por esto les recordamos que son los únicos elementos que mantienen a nuestro coche unido al asfalto y que,  por este particular detalle, tanto el dibujo, el inflado y su estado deben ser controlados con especial interés. Naturalmente, si este apartado lo tenemos resuelto y la suspensión viene haciendo aguas circulando sobre suelo seco, no les digo nada cuando su trabajo lo debe realizar en suelo resbaladizo, porque es en la descompensación de estos elementos cuando se producen la   mayoría de los accidentes típicos de estas fechas: salida de la vía, alcances a los vehículos que circulan delante del nuestro, golpes laterales por deslizamientos, etc. Por cierto, ya que estamos buscando las posibles causas directas de los accidentes, sepan que el equipo óptico del coche debe funcionar a las mil maravillas. Entre otras razones, porque la luz solar o natural brilla por su ausencia, porque debemos ser visibles con más tiempo o distancia para dar oportunidad a los que vienen por detrás o por delante de frenar o esquivarnos… Además, en tiempo tan complicado como peligroso, atención porque lo de llevar las luces encendidas de día no es ninguna tontería. Que sepamos, por lo menos con cien metros de anticipación ya somos detectados por el conductor que viene de frente, y sesenta por el que sigue nuestra misma dirección.


Por el momento, no tenemos información sobre la próxima evolución meteorológica, pero lo que sí sabemos es que las condiciones para la circulación seguirán siendo críticas. Especialmente los que madrugan deben concienciarse de que circulan en condiciones de peligro mucho más altas que los que lo hacen una vez ha salido el sol y ha tenido la oportunidad de derretir las placas de hielo que suelen formarse por las bajas temperaturas de la noche. Las zonas de nuestra provincia más próximas al peligro de la aparición de los habituales fenómenos meteorológicos sabemos cuáles son y tampoco es cosa de que se las repitamos. Lo único que les pedimos es que sean prudentes y pacientes. Que conozcamos, no existe mejor fórmula para evitar los accidentes. Buen viaje.