martes, 7 de marzo de 2017

¿ANDALUCÍA LIBRE PARA ESPAÑA Y LA HUMANIDAD?

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No siempre coinciden las intenciones con la realidad, lo mismo que tampoco lo hacen los sueños. De esta manera debemos analizar lo que ocurre a nuestro alrededor con la política como obligada compañera del comentario de hoy. Solo así entenderemos la paradoja que se viene dando en nuestra provincia con respecto a quién votamos mayoritariamente en las sucesivas convocatorias a las que hemos acudido desde la implantación de la democracia. Y es que, utilizando la última encuesta conocida al respecto, en donde la pregunta no era otra que quién sería para usted el presidente ideal para la Junta de Andalucía, Jaén ha vuelto a confirmar que mantendría a Susana Díaz, es decir, que ha vuelto a mantener el voto que desde siempre, con altibajos poco llamativos, ha dedicado al socialismo andaluz. Sin embargo, casi al mismo tiempo que conocíamos la noticia y la valorábamos, aparecía otra, en esta ocasión con el paro como referencia y confirmando lo que por otra parte sabíamos: el paro había subido en Andalucía, especialmente en Jaén. Así, mientras la ciudadanía seguía  fiel a sus principios, los responsables políticos permitiendo que seamos siempre los mismos los destinados a encabezar la provincia con más parados del país. Y esa es la otra pregunta: ¿qué hacen nuestros representantes, sean del partido que sean, pertenezcan a la corriente ideológica que les parezca, por evitarnos el escarnio público que supone estar, al mismo tiempo, a la cabeza del paro y la última en renta “per capita”? ¿Para qué necesitamos tanto desplazado a Madrid y Sevilla si luego resulta que no nos solucionan nada? De entre lo más urgente, una red vial en condiciones y una industrialización que nos permita vivir con dignidad.

Desde luego, echando mano del historial democrático de nuestra provincia, lo de la reciprocidad no va con nosotros, o al menos esa es la impresión que nos da. Sin más, Jaén ha sido desde siempre la provincia que más ha apoyado las candidaturas socialistas y, en injusta reciprocidad, la que menos ha recibido de los gobiernos socialistas. Precisamente por este detalle a pocos ha extrañado el resultado de la encuesta sobre el preferido para presidir la Junta, porque Jaén no se ha movido ni un palmo de las intenciones de voto que viene mostrando desde el primer día en que fuimos invitados  a los colegios electorales; y miran que nos lo ponen fácil, pero así somos de respetuosos, cabezones o incultos políticos, que en situación de este tipo valen todas las opiniones. De hecho, el día de recuento de votos que nuestra provincia falle en las previsiones que de ella tienen los analistas, más de uno se llevará una sorpresa de aúpa, al tiempo que cambiará de manera radical el panorama político en la comunidad.


Volvemos a preguntarnos para qué nos sirven tantos hombres y mujeres delegados en los parlamentos de Andalucía y los congresos y senados madrileños, si luego, en la práctica, para lo único que nos sirven es para colocarlos y buscarles un futuro para sí y sus descendientes. De lo que nos preocupa y nos empobrece, de lo que necesitamos como agua de mayo, de lo que nos permitiría invertir la curva permanente del desempleo y la pobreza de muchas de nuestras gentes, aparcado lleva acumulando años. Justo desde este punto nace la pregunta del título del comentario: ¿Andalucía libre para España y la humanidad? A lo mejor nos vendría bien una cura de humildad y de sentido común, y menos ganas de abarcar lo que nos queda claramente muy alejado. Y eso sí, replantearnos actitudes y deferencias.