La meteorología, como la vida, nos suele dar
sorpresas; algunas hasta desagradables. Es el caso de las personas que,
formando de un gran equipo, decidido y compacto, con las ideas muy claras, y
cansado de la lentitud con la que marcha el comercio de la ciudad, decidió
unirse en la organización de un gran evento y le llamó “Andújar de moda”. El
trabajo desarrollado no tardó en verse empañado por el anuncio de un fin de
semana repleto de contratiempos ambientales, desde el agua hasta el viento y el
frío; de los dos últimos, está claro que hemos tenido y de sobra. De la lluvia,
ya hemos visto que no ha sido así, aunque también es verdad que los presagios
de los profesionales avisaban de una alta probabilidad de que ocurriera. De
hecho, la sierra y sus alrededores sí que la han visto y en respetable
cantidad. Por lo tanto, el gozo de estos profesionales en un pozo, angosto,
oscuro y profundo. Si les informamos que han sido unos días, los previos y los
propios del fin de semana, realmente sofocantes, les aseguramos que los
dimensionamos correctamente basándonos en la incertidumbre propia que han
vivido las personas que habían congregado alrededor de su idea a la práctica
totalidad del comercio de la ciudad. Afortunadamente, siempre queda la
esperanza y ahora se busca una fecha en la que poder reunir de nuevo el ímpetu
de quienes habían elegido el camino de en medio para aproximarse comercialmente
a la ciudadanía y mostrarle sus mercancías. Deseamos fervientemente que así sea
y que cuanto antes podamos disfrutar de una cita con la moda presentada por los
auténticos profesionales del sector.
El apoyo de la Cámara de Comercio y del Ayuntamiento
debe mantenerse intacto hasta que la idea y el deseo se consoliden y el
comercio de nuestra ciudad pueda desarrollar el programa que ha confeccionado
no sin problemas y en el que tanta ilusión han puesto. Asumiendo que nuestros
comerciantes y sus establecimientos representan un sector muy dinámico, capaz
de generar y mantener cientos de puestos de trabajo, de dar color y luz a
nuestras calles, de marcar diferencias con ciudades incluso mayores que la
nuestra por su dinamismo y emprendimiento, que sienta de cerca el aliento y el
incondicional apoyo de las instituciones es lo menos que podemos ofrecerle.
El fin de semana, no obstante, nos ha traído buenas
nuevas y de ello puede ser una buena muestra el teatro Principal, en donde
tuvimos la oportunidad, el sábado, de asistir a la puesta en escena de “La
cinta dorada”, una obra magistralmente tratada por Francisco Palencia como
director y el grupo de actores de Diónisos, que una vez más se muestran como
avezados profesionales del teatro del más alto nivel firmando una
actuación colectiva que nos hizo vibrar
a lo largo de las casi dos horas y cuarto que duró el estreno. Afortunadamente
para su trabajo, el apoyo de la ciudad fue completo, delicado y comprensivo,
mostrando la aceptación de la obra en la totalidad de su recorrido, apoyándola
con sus sinceros aplausos en todos sus actos y con un final apoteósico que
sirvió a todos, actores y público, para agradecerse a sí mismos el placer de
haber compartido momentos tan extraordinarios. El nivel del grupo Diónisos, que
nos ha invitado el próximo martes en Don Gome a compartir con ellas y ellos el
Día Mundial del Teatro y tener así la oportunidad de compartir el futuro del
teatro en nuestra ciudad, muestra un nivel que rezuma profesionalidad por todos
sus poros.