jueves, 9 de marzo de 2017

LAS ENCUESTAS Y LO QUE NOS DICEN

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Pues miren ustedes, ya era hora de que la calle, la ciudadanía, asumiera lo que de verdad acontece a su alrededor y, en el caso concreto de la corrupción, el que haya subido en las encuestas como lo ha hecho confirma que, efectivamente, comenzamos a preocuparnos por lo que de verdad nos hace daño. Al fin y a la postre, la corrupción no es otra cosa que la defraudación de un dinero que es de todos y  que, de una forma u otra, acabamos pagando nosotros. Y les comentamos esto porque en la última encuesta del CIS, el fraude y la corrupción han subido más de tres puntos y se ha colocado en el segundo lugar de las preocupaciones de los españoles, con más de un treinta y siete por ciento. Y es que unas veces porque no coinciden los acontecimientos o las noticias y otras por vaya usted a saber qué tipo de controles deben superar este tipo de encuestas oficiales, la realidad es que cuando las conocemos no alcanzamos a entender del todo su resultado. En el caso de la que se realizó a principios del pasado mes de febrero y que la compartimos con ustedes, el que la corrupción se haya situado en el segundo puesto de las preocupaciones de los españoles debemos entenderla, por tanto, como algo desconocido al tiempo que ilusionante. Como no podía ser de otra forma, por la contundencia de los datos que aporta mensualmente, por el tiempo que se mantiene como gran degradador de la ciudadanía, el paro sigue en el primer lugar. La situación económica y su futuro también figuran entre lo importante y con un agravante compartido: que pueda ir a peor. En cuanto al momento político que vivimos, lo que el ciudadano percibe, de acuerdo con la encuesta que les comentamos, es que va a peor, que no se percibe mejoría próxima y que la gobernabilidad del país, que en estos momentos está en poder de un partido político en minoría, está pasándonos factura.    

Pero hay más datos que nos pueden aproximar a la realidad de nuestro país. Por ejemplo, cómo vemos a la clase política, que en la encuesta tiene un peso de nada menos que un veintitrés por ciento, y que confirma que no existe confianza en su gestión. Los apartados sanidad, la sociedad y sus problemas y la educación han sido valorados como corresponde a su importancia, aunque se mantiene en los mismos niveles de los últimos estudios realizados. Lo que sí ha sido una sorpresa de gran trascendencia, o al menos así lo entendemos nosotros, es el resultado obtenido a la pregunta de cómo vemos los españoles el tema Cataluña, y es que sencillamente no es un problema. Concretamente, a poco más de un uno por ciento. Cierto que los ciudadanos que mantendría el actual sistema de estructura territorial de nuestro país se mantienen por encima del treinta por ciento, pero también lo es que aumentan los que están a favor de  que el Estado reconozca a las comunidades la opción de convertirse en independientes.


Lo bueno que tienen las encuestas es que nos facilitan el análisis de lo que ocurre a nuestro alrededor y nos permiten al mismo tiempo abundar en asuntos a los que no tenemos acceso normalmente. En el caso de esta última encuesta, en la que destaca el subidón obtenido por la preocupación generalizada del país en los apartados de fraude y corrupción, cuando menos nos tranquiliza por cuanto, tratándose del dinero de todos, es algo que debemos denunciar como colectivo. En cuanto a lo que podemos esperar de sus resultados, es evidente que, dependiendo del grado de implicación que cada uno tenga en el proyecto común de una España más solidaria y con más futuro, así nos los aplicaremos a nosotros mismos.