
Finalmente se impuso la fuerza y el tesón del comercio
de nuestra ciudad, las personas que lo gestionan, y se pudo celebrar “Andújar
de Moda”, un acontecimiento de gran importancia comercial y que ha dejado
claro, una vez más, que nuestra ciudad, sus gentes, es capaz de enfrentarse a
cualquier reto casi sin despeinarse. Naturalmente, el hecho de que la
meteorología, que tanto influyó la semana pasada, en esta ocasión se haya
mantenido firme y se haya mostrado favorable, también ha servido para que el
triunfo de la convocatoria la podamos calificar hoy como de rotundo éxito. La
apuesta era muy importante si tenemos en cuenta que alrededor del sábado y el
domingo se convocaba un encuentro con la moda desde perspectivas comerciales
que, aunque conocidas, para nuestro comercio eran casi de estreno. El apoyo que
a lo largo de los tres días de cita ha mantenido la zona de los estand les ha
permitido mostrar sus novedades, innovaciones y calidades a potenciales
clientes que de otra forma quizá no descubrieran. En el caso de los desfiles,
conociendo lo que se iba a mostrar al público y quiénes manejarían los hilos de
las diferentes apariciones de las modelos, el éxito estaba asegurado.
Acostumbrados como están a desenvolverse en este ambiente, la dirección del
evento y las personas que se responsabilizaron de las diferentes tareas propias
de esta clase de citas con la moda, se superaron en la totalidad del recorrido,
que recordemos se inició el sábado por la tarde y que mantuvo en la plaza de
España hasta el domingo por la tarde. Por su parte, Ayuntamiento, Cámara de
Comercio y las personas que se incorporaron al equipo de realización del evento
se desdoblaron en la infinidad de compromisos que debieron superar sobre la
marcha, apoyando sin limitaciones las exigencias propias de la organización.
Ahora, con un encuentro con la moda local que estuvo en la cuerda floja su
convocatoria hasta casi el miércoles por la tarde de la semana pasada y con la
experiencia obtenida por los convocantes, preparar la próxima supone una inyección
de ánimo inesperada para la que habrá que buscar obligatoriamente ayudas de
diferentes plataformas si lo que se quiere es consolidarla en el tiempo.
Por su parte, el Club de Automóviles Clásicos de
nuestra ciudad nos convocaba también para este fin de semana. En esta ocasión,
suponemos que porque el nombre del club aumenta su popularidad fuera de
nuestras fronteras y porque el buen tiempo se convirtió en un gran aliado del
encuentro, se superaron las cuarenta unidades de auténticas joyas de la automación,
lo que supuso para esta cita un espaldarazo que podemos calificar de definitivo
si tenemos en cuenta que la gran mayoría de ellos son asistentes habituales de
este encuentro anual en nuestra ciudad. La visita que realizaban ayer a la
basílica-santuario de la Virgen de la Cabeza, el posterior almuerzo que reunía
a los participantes y autoridades municipales y la despedida hasta el próximo
año, cerraba la edición de este año, concretamente la número diecisiete. Antes,
el sábado, el recorrido provincial les llevó hasta Mancha Real. Como en el caso
de la cita con la moda, la plaza de España arropó con un público entregado la
puesta de largo de la totalidad de los vehículos desplazados, que fueron
observados con el interés propio de la novedad, de la extrañeza y no menos de
la admiración por la recuperación que sus propietarios han hecho de todos
ellos. Nuestra enhorabuena y nuestro sincero agradecimiento a estos locos y sus
viejos cacharros. Sin duda, un sello de garantía añadido a nuestra ciudad que debemos
mantener en el tiempo.