En realidad, cuando el año
pasado se convocaba Oleomiel, pocos quisieron apoyar la idea que desde la
Concejalía de Agricultura de nuestro Ayuntamiento, gestionada por Luis Salas y
con el incondicional apoyo de sus técnicos, se proponía un encuentro con el que
el aceite, nuestro aceite, y la miel, nuestra miel, ambas producciones avaladas
por premios de prestigio allá donde han ido a concursar, como tronco común
desde el que conseguir el maridaje o el sabor ideal del que disfrutar al tiempo
que alimentarnos de dos de los alimentos naturales más conocidos desde casi el
inicio de la Humanidad. Por supuesto, la oposición, se abstuvo de participar en
esta en principio descabellada idea, calificándola de brindis al sol y
asegurando que llegaría a la primera edición de milagro. Sin embargo, hemos
superado la segunda y todo indica que se mantendrá en el tiempo. Esta edición
ha contado con el apoyo de Administraciones y organismos europeos que la han
calificado de prioritaria al tratarse de un encuentro de especialistas en
alimentación, científicos de varias disciplinas, cardiólogos y profesores de
diferentes universidades y todos con un objetivo común: magnificar el consumo
de la miel y del aceite de oliva virgen extra, dos alimentos que no solo son
sanos y saludables, sino que nutren como
pocos y que aportan vitaminas y minerales en cantidades suficientes como
para participar en la salud del ser humano de manera directa. De hecho, todos
los estudios realizados por diferentes institutos de la salud y universidades
han confirmado que ambos intervienen no solo en mejorar la salud de las
personas, sino en su longevidad y calidad de vida.
Naturalmente, apoyar estos dos
alimentos no solo supone aliarse con sus productores, sino sumarse al
prometedor futuro que ambos tienen por delante con respecto a la demanda del
mercado, cada vez más concienciado de que consumir alimentos naturales es la
mejor medicina activa que pueden encontrar en el mercado. Como ni el aceite de
oliva virgen extra ni la miel usan de elementos químicos para su producción,
como su recolección se realiza de forma artesanal, especialmente la miel, y la
aceituna mantiene los viejos recursos de recogida y extracción casi intactos,
el mercado les ha abierto sus puertas y el consumidor las de su hogar incorporándolos
como alimentos imprescindibles cuando se busca sabor y salud. Es más, algunos
de nuestros fogones más reconocidos han aportado la combinación de aceite y
miel y han obtenido un bocado de extraordinario contenido y no menos
exquisitez, confirmando que el nombre oficial dado a la cita, Oleomiel, no iba
descaminado.
A partir de ahora, Oleomiel no
necesitará de más presentaciones. Para la edición del próximo año se ha
conseguido el sello de garantía imprescindible que demanda cualquier encuentro
de este tipo frente a las organizaciones de consumidores, Administraciones en
general y Europa en particular, donde apoyan este tipo de ideas casi sin
condiciones. Sabemos que el trabajo ha sido intenso e inmenso y que el esfuerzo
de todos los implicados ha superado las previsiones. Afortunadamente, les ha
quedado el regusto que proporciona saber que sus planteamientos han salido
adelante y que han sido determinantes de que hoy los participantes hayan
calificado el encuentro como de éxito. El camino está trazado y saben de antemano que cuentan con apoyo
oficial suficiente como asegurarse la próxima convocatoria. Por nuestra parte,
solo dejar constancia de nuestro sincero agradecimiento por el trabajo
realizado. Una vez más, Andújar ha demostrado estar capacitada para superarse a
sí misma cuando de convocar encuentros de esta clase se trata.