jueves, 25 de mayo de 2017

¡¡CUIDADO CON LAS VACACIONES!!

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La llegada del verano genera una buena cantidad de dinero que no la Hacienda pública no ve y que procede de los alquileres de pisos, apartamentos o estudios vacacionales. Hace unos días, la Policía Nacional detuvo a unas personas acusadas por una estafa superior a 500.000 euros mediante la técnica de publicar anuncios falsos por internet de alquileres vacacionales, principalmente en Baleares y en Canarias, a través de cuentas bancarias abiertas con documentación falsa. Ha ocurrido en Valencia. La Policía estima que hay más de 300 afectados a nivel internacional, ya que en las cuentas se recibían especialmente multitud de transferencias e ingresos bancarios procedentes de países extranjeros. Las investigaciones se iniciaron a principios de este año, al tener conocimiento los agentes de que personas de nacionalidad rumana (no podían ser otras) estaban abriendo, en la ciudad y la provincia de Valencia, cuentas bancarias con documentación falsa. Durante las investigaciones averiguaron que se trataba de una organización que creaba distintas páginas web dedicadas al alquiler de villas, apartamentos o viviendas en zonas turísticas, principalmente en Baleares o Canarias, alojándolas en servidores de países extranjeros y utilizando documentación fraudulenta. Para conseguir un mejor posicionamiento compraban a los seguidores de las mismas y de esta manera los internautas que buscaban un alojamiento para alquilar no tenían ninguna duda sobre su reputación. Los clientes se ponían en contacto con el anunciante a través de correos electrónicos, acordando las condiciones del alquiler y pagaban por adelantado la totalidad o una parte del precio mediante transferencia internacional a la cuenta bancaria que les indicaban. Una vez recibido el dinero, realizaban los reintegros de efectivo en cajeros automáticos de distintas sucursales y lo sacaban de España a través de envíos por empresas de dinero rápido, directamente y en efectivo en viajes a Rumanía o a través de transferencias mediante banca por internet. Las víctimas no se percataban del fraude hasta que llegaban a España y descubrían que habían sido estafadas cuando el arrendador no había ido a recogerles al aeropuerto como habían pactado, o cuando llegaban a la dirección indicada, donde no había ningún apartamento o el que había nunca estuvo en alquiler. Los arrestados buscaban fotografías de viviendas a través de Internet y creaban anuncios en otros portales con precios inferiores a los del mercado para atraer la atención de sus potenciales víctimas. Otras veces atacaban los servidores de las empresas dedicadas a la oferta de servicios vacacionales, haciéndose pasar por administradores de estas páginas, y enviaban falsos correos a los anunciantes reales para solicitarles las claves de acceso, alegando algún problema técnico en la web de alojamiento, y modificaban los anuncios de modo que el futuro cliente contase con los arrestados. Los policías averiguaron que captaban a sus colaboradores entre personas que conocían y pasaban por problemas económicos, también a través de Internet anunciando ofertas de trabajo como gestores.

Se trata de una estafa en toda regla en la que no solo se pierde el dinero entregado a cambio de unas supuestas vacaciones, sino el tiempo y el dinero que dedicamos al viaje y la ilusión que supone saberse poseedor, aunque sea solo por unos días, de un lugar en donde descansar en familia o en solitario. El momento en el que eres consciente de que has sido estafado, de que te han engañado como a un niño y que debes buscarte la vida en un lugar que no conoces, debe ser para no olvidar el resto de tu vida. Si acaso encontramos algo positivo en esta desagradable situación, es que la próxima vez que decidamos escapar de casa para descansar en un lugar propio para ello, antes habremos abrochado hasta el último fleco de la operación con el intermediario o el hotel directamente, que se puede hacer y con los mismos precios de las agencias que por cientos nos ofrecen sus servicios. Por el momento, lo que sabemos es que paralelamente existen una serie de desalmados que solo buscan nuestro dinero y que han inventado sistemas creíbles para ello. A partir de ahora, cuidar el más mínimo detalle en este tipo de contrataciones parece que es la mejor manera de no ser sorprendidos por estas mafias.