Finalmente, hemos superado un año más la festividad de
san Eufrasio y san Isidro, que para nosotros ha supuesto un ir y venir para
cumplir nuestros compromisos de asistencia allí donde hemos sido invitados a
los diferentes actos programados. Por parte de la hermandad del patrón,
destacar la rigurosidad con la que se han interpretado los distintos encuentros
que ha mantenido con la ciudadanía y en el desarrollo de su programa de actos.
En el caso de los poblados, la integración de la totalidad de los vecinos en
sus fiestas les añade un tono de solidaridad
que les diferencia en la totalidad de las convocatorias. Destacar
especialmente la importancia que se le da a los encuentros con la música, con
la gastronomía o con sus enraizadas costumbres, además de la capacidad
imaginativa de sus representantes cuando de organizar la programación se trata.
En definitiva, que hemos vivido un largo fin de semana en paz y camaradería que
nos ha permitido conocernos mejor, disfrutar con más intensidad de lo que es
nuestro y de comprobar nuestras posibilidades para inundar la ciudad de alegría
y fiesta.
En cuanto a la política, apartado necesario cuando
tratamos de resumir el fin de semana, lo que se ha dado en llamar la crisis del
PSOE, que llegó ayer, lunes, a su punto de máxima expresión reuniendo a los
tres candidatos a la Secretaría General del partido en un debate televisado
para que la militancia tuviera la oportunidad de conocer las razones que han
abocado a la organización a momento tan crítico y las opiniones de quienes se
han encargado de complicar las cosas. Dicho esto, y como son muchos los que
están interesados en conocer las posiciones del periodismo más experimentado,
por el momento nadie se ha atrevido a afirmar quién acabó ganando el debate. Es
cierto que algunos se han decidido en la elección, pero recordemos que su
opinión, más o menos influyente, dependerá de los intereses empresariales que
persiga, porque en asuntos de tanta trascendencia, cuando lo que está en juego
es parte del futuro de un partido de la importancia ciudadana que el PSOE y, de
paso, de España, situarse y acertar es asegurarse el futuro. No faltan los que
se han sentido avergonzados al comprobar que sean sus propios líderes y su
particular lucha por el poder los que se han dado tortazos a cara de perro
delante de las cámaras de televisión y del público asistente. No obstante, si
con este encuentro se solucionan los graves problemas de fondo que arrastra
este partido desde la pérdida de las elecciones de 2011, todo se debe dar por
válido. Pero tampoco echamos de menos a los que aseguran que los que realmente
han salido vencedores de lo que califican un desagradable desencuentro, son los
partidos que se benefician del caos y desajuste personal y político de esta
organización, como es el caso del Partido Popular y Podemos.
La vida sigue y lo de que cada uno arrastre sus
problemas como mejor le venga acaba imponiendo su filosofía y exigiendo
coherencia a quienes tienen la posibilidad de cambiarnos la vida. Además, ayer
también se conmemoraron los seis años del movimiento 15M y lo que ha supuesto
para el país, si es que efectivamente ha servido para algo, porque la realidad
es que se ha organizado un nuevo grupo político a nivel nacional y que se está
introduciendo en el resto del Estado con más dificultad de lo que esperaban sus
líderes. Las reclamaciones y exigencias de las que hacían gala estos nuevos
políticos, repasándolas en detalle y luego de seis años, han quedado
desgraciadamente en papel mojado: participación en las instituciones, renta
universal, eliminación de los aforamientos y de las puertas giratorias y la
democratización completa del país. No obstante, seguimos a la espera, no tanto
de que se consoliden, sino de que ni siquiera se inicien.