martes, 9 de mayo de 2017

HOY ES EL DÍA DE EUROPA

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Desde el 1 de enero de 1986, nuestro país forma parte de pleno derecho de la Unión Europea. Desde esa fecha hasta hoy, justo cuando celebramos el Día de Europa, es evidente que se han sucedido infinidad de acontecimientos sociales de gran importancia especialmente para nosotros, que recordemos acudimos a la integración casi con una mano delante y la otra detrás. Y precisamente ha sido este mismo año cuando se ha producido la única salida de un país de la Unión, que es caso de Inglaterra, y que conocemos como el “brexit” y que, por los que nos cuentan, no parece que por el momento esta nueva situación esté siendo mayoritariamente compartida por sus ciudadanos. De hecho, la devolución del dinero que deberá realizar en las cuentas corrientes de la organización, con un montante total que supera los cuarenta mil millones de euros, no ha sido precisamente una buena noticia para las cuentas generales inglesas. Por otra parte, Escocia y Gibraltar han sido las más damnificadas de esta decisión, ya que pierden legalmente su conexión y las ventajas que ésta suponía con la Unión Europea. Es más, la primera ha vuelto a plantear un referéndum a sus ciudadanos para independendizarse de Inglaterra porque ellos quieren seguir unidos a Europa con todas las consecuencias. En nuestro caso, las grandes obras que hoy disfrutamos, como es el caso de las autovías y la red del ferrocarril, se deben en gran parte a la aportación económica solidaria de los países que conforman la Unión. Otro dato que confirma la importancia de una Europa Unida lo comprobamos en el hecho de que  haya resultado ganador de las elecciones francesas Macron, un político decidido a mantener a su país en la organización, ha supuesto una importante llegada de aire fresco y renovador. 

Por supuesto que lo de unirnos a la entonces Comunidad Económica Europea, como es el  caso de compartir la misma moneda, no es asumido mayoritariamente por la totalidad de los ciudadanos, porque recordemos que entre nosotros muchos son los que están frontalmente en contra desde el primer día que nos unimos a Europa. Sin embargo, los que viajan, los que mantienen relaciones comerciales con el resto del mundo, valoran altamente la decisión y aseguran que la oportunidad que les da el hecho de poder entrar y salir de los países de la organización con solo mostrar el documento nacional de identidad les ha supuesto un plus tanto para recorrer el Viejo Continente por trabajo como  por turismo. La apertura de los mercados para los productos que aquí producimos en grandes cantidades, como es el caso del aceite de oliva o la enorme huerta que actualmente es Almería, por ejemplo, ha servido para estabilizar nuestra economía y poder encabezar el lista de provincias que más exportan a la Unión. Entre las oportunidades más compartidas por los ciudadanos, las becas Erasmus, que permiten a los universitarios españoles y del resto de Europa acudir a centros de enseñanza en los países que les ofrecen esta posibilidad en unas condiciones económicas muy ventajosas, lo que se ha comprobado ha influido enormemente en la percepción que nuestros jóvenes tienen de la Unión Europea.

Lo innegable es que los futuros españoles, los que aún gatean y los que nacerán los próximos años, se sentirán europeos de pleno derecho y disfrutarán de políticas sociales mucho más solidarias y de más posibilidades de empleo en condiciones de igualdad, porque es evidente que este detalle no se ha conseguido de ninguna de las maneras. Para buena parte de Europa, los españoles aún somos ciudadanos de tercera categoría. Ese es un gran reto para el futuro y el papel que deben jugar nuestros representantes en las instituciones debe ir encaminado a igualarnos con el resto de la ciudadanía en derechos y obligaciones.