miércoles, 10 de mayo de 2017

OBRAS EN EMPERADOR TRAJANO

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Era de esperar. Se sabe que las obras municipales, si se mantienen en el tiempo, aunque se informe a los que serán finalmente perjudicados  por el plazo previsto, acabarán siendo criticadas. No otra situación se da alrededor de las obras en la zona de los emperadores, concretamente en emperador Trajano, que tienen prevista su finalización para junio. Aunque venimos escuchando quejas casi desde el inicio, es ahora, quizá por la llegada del buen tiempo, cuando comprobamos que las críticas, fundadas o no, se recrudecen y que debían zanjarse cuanto antes con las explicaciones y detalles técnicos que se crean necesarios. Es evidente que alrededor de una intervención municipal tan importante en tiempo e inversión, luego de haber sufrido amagos de todo tipo, no falten a su alrededor los interesados en manchar el éxito que pudiera suponer la mejora de esta importante vía. Es cierto que pasado este período de intervención de hombres y máquinas, de polvo y ruido, la vuelta a la normalidad supondrá un alivio y la oportunidad de disfrutar de un equipamiento muy superior al anterior que nos hará olvidar inmediatamente los contratiempos propios que conlleva una obra.

El hecho de que se hayan recrudecido, repetimos, las críticas parece tener su origen en una campaña de intoxicación muy bien orquestada, dirigida fundamentalmente a los propietarios de negocios y con la finalidad de alterar su paciencia e invitarles a quejarse ante quien se les ponga por delante. Por supuesto, los resultados no han tardado en ser compartidos y de ahí que hasta nosotros haya llegado la inquietud y preocupación de los profesionales que explotan sus negocios en esta calle. Sin embargo, se conocían los planes de trabajo, el desarrollo de la intervención  municipal y su finalización. Si llegado este momento no se hubieran cumplido alguno de estos compromisos, es evidente que las quejas tendrían sentido y darían la oportunidad a los damnificados de denunciar lo que entiendan les perjudica. Cuando se utiliza la mentira, se echa mano a la demagogia y no se duda en echar por tierra lo que hacen los otros, los resultados suelen muy efectivos si no se cortan de raíz. Por esto precisamente reclamamos información y encuentro con las personas que así lo deseen y el Ayuntamiento, para evitar en lo posible el malestar que muestran los vecinos y vecinas de esta vía.


Desde luego, muestras de este tipo tenemos más que de sobra. Es decir, querer echar por tierra las realizaciones que desde las Administraciones se ejecutan con fines eminentemente políticos, aunque aceptemos que es una forma obscena de conseguir apoyos vecinales y por tanto rechazables. Entendemos nosotros que mientras cualquier obra municipal esté dentro del plazo previsto y aceptado, mientras las tareas se desarrollen bajo un control y seguimiento riguroso, mientras nada altere su normal desarrollo, lo mejor es esperar. No obstante, si lo que se quiere es erradicar los rumores, las críticas desafortunadas que escuchamos y que en nada benefician a las partes, nada mejor que dialogar y dar detalles a quienes quieran escuchar. El sistema elegido para desautorizar al Ayuntamiento, volcando sobre él la responsabilidad de un plazo incumplido, de un desarrollo que no se ajusta a la realidad del contrato de obra y demás mentiras en el ambiente, por ser ampliamente conocido y por ser protagonizado por los de siempre, es cierto que tiene poco recorrido, pero si cuanto antes se aclaran los dudas, mejor para las partes, o sea, vecinos y Ayuntamiento.