lunes, 25 de septiembre de 2017

CAMINAMOS HACIA EL FINAL DE LA LEGISLATURA

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La feria Multisectorial y el primer salón de la montería ponen el punto y final de las últimas convocatorias firmadas por nuestro Ayuntamiento, destacando la feria de septiembre, de la que, por cierto, a estas alturas ni oposición ni gobierno han dicho esta boca es mía, con lo que gustan unos y otros de echarse los trastos a la cabeza. Con esto no queremos decir que se le hayan acabado a nuestros representantes las tareas a las que enfrentarse, que siguen muchas, sino que ha llegado el momento de dejar de lado lo lúdico y dedicarse a tiempo completo a solventar los problemas que la ciudad acumula desde hace años… y los que le quedan. Evidentemente, el hecho de que el trabajo realizado al unísono por los técnicos municipales y los políticos para la consecución del DUSI haya sido premiado con más de cinco millones de euros para los diferentes programas y actuaciones previstas, facilita enormemente la resolución de muchos de ellos y que, por lo que nos han dicho, proporcionará un significativo cambio a la ciudad. No obstante, si tenemos en cuenta que buena parte de la ciudadanía no parece muy amiga de los cambios, de las mejoras de algunas de nuestras calles y avenidas, y ejemplos nos sobran que corroboran nuestra opinión, que nadie crea que será fácil actuar en favor de una mejor red  de saneamiento y una mejora estética del conjunto de la ciudad acorde con los tiempos. Una de las calles más representativas es Emperador Trajano y ahora lo que esperan los residentes de esta zona es el arreglo y mejora de Emperador Adriano y las partes adosadas de jardines que se encuentran en el centro de ambas, en donde se hablaba incluso de generar más espacio para aparcamientos.

Sin embargo, independientemente de que la ciudad necesite una ITV renovadora, que pocos cuestionan, lo que mayoritariamente se demanda, y muy especialmente el mundo laboral, son noticias que les unan a proyectos industriales que les ilusionen y les permitan desarrollar sus proyectos personales y familiares. Hasta ahora no ha sido posible y el reloj corre, y muy deprisa, en contra de quienes en su día prometieron que nuestro aciago destino cambiaría a corto plazo. Después del inmenso varapalo que supuso el fallido proyecto de los Llanos del Sotillo, suponiendo que en algún momento de su recorrido llegara a tener posibilidades reales de salir adelante,  de ser una realidad, tal y como nos decían el día de su presentación oficial, la clase política debe entender que la calle está para pocas bromas. El hecho de que a estas alturas de la legislatura aún se mantengan los mismos proyectos que se encontraron por terminar, que el problema del puente romano siga estancado, que lo de la plataforma intermodal camine más lenta de lo que se nos dijo en su día, y son unos ejemplos escogidos al azar, cuando menos inquieta, y cuando se sabe que así ha sido a lo largo de los últimos doce años. Cuando alguien afirma que Andújar es paciente, nos parece poco si tenemos en cuenta el calvario que están pasando muchos de nuestros vecinos. Precisamente porque tan insostenible momento se mantiene desde hace demasiados años, porque las necesidades están más que justificadas, porque están obligados a dar el último y definitivo empujón que nos sitúe en plataformas con más futuro, invitamos a nuestra clase política a que, si cabe, se implique aún más en solventar las graves consecuencias que entre nosotros ha dejado la crisis.