Volvemos de nuestras vacaciones convencidos de que
unos días más no nos hubieran sobrado. Pero las obligaciones son así y aquí
estamos, abriendo el informativo de las 13 horas y cerrando la redifusión de
las 21 horas. Anoche, con los fuegos artificiales, se cerró la feria de
septiembre. Pronto tendremos valoraciones de los grupos con representación en
nuestro Ayuntamiento y comprobaremos que no ha sido oro todo lo que ha
relucido, que han existido lagunas y que, como todo en la vida, esta edición
también es mejorable. No obstante, lo innegable es que se ha dado un gran paso
en la consolidación de una feria con clase y estilo, con nombre propio y con
convocatorias populares que han sido respaldadas contundentemente. Hemos
comprobado que las citas en las diferentes casetas, las ofertas propias de estos
encuentros y el número de ciudadanos que han querido compartir estos días han
aumentado considerablemente, al tiempo que la participación de los visitantes
debe ser tenida en cuenta por los organizadores para sucesivas convocatorias.
En cuanto al tema de la independencia catalana, ya ven
ustedes. El asunto presenta fisuras en ambos bandos como para deducir que de
las consecuencias que se derivarán luego del 9 de octubre serán muy
importantes. Los analistas políticos aseguran que el final será una convocatoria
electoral con tintes plebiscitarios de cuyo resultado puede salir un gobierno aún
más catalanista que estamos convencidos no cejará en su intento secesionista.
Es decir, que el tema independentista va para largo y el futuro no es nada
halagüeño para la estabilidad del país.
Naturalmente, como en el caso de que se permitiera el referéndum en
Cataluña, los siguientes en convocar los suyos en sus respectivos territorios
serían Galicia y País Vasco, la consecuencia inmediata sería el desgajamiento
de España como la conocemos actualmente y daría paso, por ejemplo, a que el
presidente de la comunidad de mi bloque, que es muy suyo y gusta de estos
arrebatos, hiciera lo propio y declarara territorio soberano a todo el
edificio. A partir de ahí, lo que a ustedes se les ocurra. Dicho esto, el
presidente Rajoy está obligado a hacer cumplir la ley y desde luego no desea
por nada del mundo pasar a la historia como el político que permitió la
separación de Cataluña. Luego, pues lo que ya conocen, es decir, las mentiras
repetidas mil veces que escuchamos a los líderes políticos de ese territorio,
que han prometido a las ciudadanos que todo seguirá igual cuando se consiga la
república catalana.
Finalmente, y como hacemos siempre, aclarar cuáles
serán nuestras metas en el ejercicio que iniciamos. Entre otros frentes,
reclamar un mejor equipamiento para la ciudad, desde la mejora general de sus
calles hasta la implantación de la escuela de idiomas o el segundo grado del
conservatorio de música. Por supuesto, reivindicar permanentemente la mejora de
las vías de comunicación de las que dependemos para desplazarnos en vehículos
particulares o colectivos. La más importante, sin duda que la que nos une con
Jaén a través de Lahiguera y Fuerte del Rey, que no solo nos ofrece un firme
muy peligroso al menos hasta este último municipio, sino que la autoridad
competente permite la circulación de vehículos de gran tonelaje en ambas
direcciones. Sin duda, el desconocimiento que la Consejería que gestiona el
comprovinciano Felipe López, y de su delegado en Jaén, no tienen ni idea de su estado y de su
peligrosidad. Lo dicho, entre otros frentes, porque seguiremos luchando por la
implantación definitiva del autobús que unía nuestra ciudad con Málaga en
mejores condiciones que las actuales.