viernes, 10 de noviembre de 2017

MÁS CONTROLES MÓVILES. AHORA EN LAS MOTOS

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De acuerdo con lo que la Dirección General de Tráfico nos cuenta, lo de las motos de los agentes de Tráfico de la Guardia Civil equipadas con radares de velocidad es una realidad. Es más, casi novecientos mil euros se han invertido en este equipamiento y lo primero que debemos compartir con ustedes es que son los más sofisticados, de esos que realizan las fotografías hasta de lado, de noche y de día. Se entiende que con la rentabilidad en la que se desenvuelven las cuentas de la Dirección General, invertir esta cantidad es del todo accesible y, lo que es peor para nosotros, tardarán muy poco tiempo en amortizarlas. Compartir con ustedes esta noticia no tiene más intención que, como siempre, volver a recordarles la importancia que acaba teniendo para nuestro expediente como conductores y nuestra economía el aceptar o no los límites de velocidad que nos encontramos en la carretera. Si a esto le añadimos que participamos en un error muy extendido entre los usuarios, y que no es otro que colocar el control de velocidad a un poco más de 120 kilómetros por hora y no preocuparnos en todo el recorrido, conviene recordarles a quienes así actúan que la mayoría de los controles de velocidad de los diferentes radares que nos encontraremos en el camino se sitúan precisamente allí donde la velocidad se reduce por los motivos que sean. Son los móviles que no detectan los aparatos autorizados que montan nuestros vehículos y que nos avisan de su presencia, y es ahí donde nos esperan para “cazarnos” con las manos en la masa.

Abriendo un poco más el abanico de las posibilidades que tenemos de sobrepasar los límites de velocidad,  últimamente son mayoría las denuncias por exceso de velocidad que se controlan a la entrada de las ciudades, ya que accedemos a ellas desde la autovía y pocos son los que reducimos la marcha antes de la incorporación y como en todas ellas la velocidad se reduce casi sin darte cuenta de 120 a 80, luego a 60 y finalmente a 40, los usuarios que son denunciados lo son con una importante suma y retirada de puntos, puesto que son muchos los casos en los que se duplica la velocidad permitida. Es decir, que se han encontrado con un nuevo filón del que obtener pingües beneficios y no dude nadie que lo explotarán al máximo. Por todo esto, convenir con ustedes que el viaje se nos pone difícil especialmente a quienes no aceptan las Normas en vigor, es lo menos que se nos ocurre. A partir de ahora, recuerden, nuevos controles móviles, en este caso en las motos, se unen a los ya conocidos y, evidentemente, vienen a obligarnos a respetar las diferentes velocidades que nos encontraremos por el camino. Obviarlas supondrá con toda seguridad una denuncia y una posterior sanción económica y de poco nos servirá recurrirlas. Al tiempo que se amplían los controles de velocidad, éstos ganan en calidad y fiabilidad. Por todo esto, lo mejor es no perder de vistas nuestras obligaciones y respetar las Normas. Desde luego, nosotros no conocemos otra solución que evite las denuncias y la retirada de puntos.