viernes, 19 de enero de 2018

EN CARRETERA, DE TODO SE APRENDE

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Los temporales de agua y nieve, a los que acuden normalmente las densas nieblas, nos van a acompañar a lo largo de este invierno participando activamente en la seguridad de nuestros desplazamientos. Dependiendo de cómo los afrontemos, así nos irá el viaje. Evidentemente, las inclemencias climatológicas influyen y mucho en los desplazamientos que hagamos con nuestro coche y no tenerlas en cuenta incluso antes de preparar el viaje puede acabar constituyendo un grave error por muchas razones, aunque destacamos la posibilidad de quedarnos en la carretera detenidos por nevada intensa o derrapar a causa del agua estancada en la carretera, lo que se conoce como “aquaplaning”, del que podemos salir en situación de peligro por el descontrol que nos ocasiona. Naturalmente, si antes de salir a la carretera comprobamos el dibujo de los neumáticos, eso que ganamos. Y más si los cambiamos porque su desgaste es manifiesto. Y si no, para eso está el diagnóstico del profesional. Cuando es la niebla la que se convierte en un peligroso enemigo, los que creen que porque su vehículo monta el equipo óptico adecuado, se equivocan. Primero, porque los antiniebla no nos permiten ver más; lo que sí hacen es avisar de nuestra presencia a los que vienen de frente, lo mismo que el papel que juega la luz o luces traseras específicas para niebla, que nos hace visibles a quienes nos siguen. Lo que sí es fundamental es que funcione completo, que no circulemos con alguno de sus elementos fundidos, ya que inducimos a error al resto de usuarios.

Los coletazos que nos han dejado las nevadas de los días pasados y el comportamiento de muchos de los usuarios que se vieron atrapados en la carretera a lo largo de muchos días, luego de ser analizados por los técnicos de Tráfico, nos llevan a la conclusión de que existe una responsabilidad oficial evidente y no menos la que tuvo en esta crisis la empresa concesionaria de la AP-6, pero que los conductores tampoco estuvieron a la altura de las circunstancias es un hecho. No es posible que, con la que estaba  cayendo y tratándose en casi su totalidad de conductores residentes en la zona, es decir, acostumbrados a situaciones meteorológicas parecidas, no tuvieran en cuenta detalles tan importantes como circular con el depósito de combustible casi agotado o sin agua… No es necesario, desde luego, el “kit” de supervivencia que Tráfico quiso que lleváramos en el coche, pero cuando menos lo que sabemos que puede resultarnos imprescindible en situaciones de riesgo como las que sufrieron en plena nevada y sin poder circular. Por supuesto, aceptamos que hubo falta de información por parte de los responsables, pero existe un código entre los usuarios que no es necesario que se publique y que de hecho salva vidas en situaciones tan extremas. Y lo peor, que es muy sencillo, puesto que se trata de hacerle un hueco a un cargador del teléfono, circular con el depósito de combustible más de medio, incorporar agua, algo para picar y alguna manta. Ya decimos, se trata de elementos que podemos ubicar en el maletero e incluso en el interior del vehículo y que no mermarán su capacidad de carga. Además, si viajamos con menores, detalles que pueden resultarnos intrascendentes, sin embargo,  acabarán siendo un problema añadido.


Por todo esto, que cada cual cargue con la responsabilidad que le toca. Luego, que reclamen lo que entiendan merecen por los malos momentos que pasaron en el tapón de la AP-6. Si tenemos que sacar conclusiones y consejos, nada mejor que no nos vuelva a pasar. La nevada y la parada de horas, sí, pero de ninguna manera en las mismas condiciones.