lunes, 12 de marzo de 2018

EJEMPLO DEL MUNDO DE LA MUJER

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El Gobierno, lo mismo que los partidos políticos, protagonista directo de la huelga, está obligado a canalizar las sinergias positivas que se desprenden de lo vivido el pasado jueves día 8. Y debe ser así porque en sus manos está el poder y desde éste se puede cambiar la vida de las mujeres. En contra de la opinión del presidente, señor Rajoy, que pidió “dejar estar” el asunto de las diferencias salariales en manos de empresas y sindicatos, es viable y urgente que el Estado intervenga en esta manifiesta injusticia y marque en su agenda las fechas adecuadas que permitan iniciar los encuentros entre las partes. Al mismo tiempo, y en cuanto le sea posible, que retire de sus cargos a representantes patronales decididos a entorpecer el paso de la mujer hacia puestos superiores a los que opta en igualdad de condiciones. No es admisible de ninguna de las maneras que dos de ellos, el de la gran patronal y el de los empresarios, capitalicen actualmente el rechazo a que sean las mujeres las que renueven consejos de administración, los puestos de alta dirección o los intermedios. Mientras las universidades cierran sus cursos con el doble de mujeres aprobadas que los hombres, cuando su capacidad de trabajo no admite recursos en contra, cuando su  inteligencia no demanda confirmaciones añadidas, que los anacronismos y las viejas perversiones de los hombres coarten su libertad nos parece injusto, incongruente y denunciable.

Las mujeres han salido a la calle y han mostrado sus poderes. Si hubiesen sido los hombres los obligados a manifestarse, otro hubiera sido el resultado, de eso que a nadie le quepa duda. Han sido ellas las que nos han vuelto a dar una lección de solidaridad y empatía, las que han demostrado al resto del mundo que se puede influir para cambiar el rumbo de las cosas. Su valentía y decisión se han visto en nuestras calles, en las grabaciones realizadas a su paso, en las fotografías en las que han quedado sus imágenes para la posteridad… Por tanto esfuerzo, por tanta entrega, por tanta valentía, la mujer se ha colocado a la cabeza del sentir de una sociedad harta de machismos y prejuicios que la empobrece intelectual y económicamente. Gracias, mujeres, compañeras, amigas, por vuestro ejemplo. No lo olvidaremos.