miércoles, 19 de septiembre de 2018

EL GUADALQUIVIR SIGUE SIN TUTOR

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Corren malos tiempos para la lírica y más concretamente para las cosas del Guadalquivir a su paso por nuestro término municipal, que se mantiene sin padres que lo amen y cuiden sin limitaciones. Y es que la nueva subdelegada del Gobierno de la nación en la provincia, en su visita a nuestra ciudad esta semana, nos ha dejado con más dudas de las que teníamos antes de su estancia. ¡Y eso que ya nos habían vapuleado lo suficiente como para convencernos que no podían ir las cosas a peor! Recordemos que por parte del anterior Gobierno más bien no se nos hizo ni repajolero caso a las diferentes reclamaciones, manifestaciones y actos de denuncia protagonizados por los integrantes de la plataforma del río. Alguna que otra actuación discreta y mucha, muchísima, demagogia alrededor de un tema de gran trascendencia para la seguridad de algunos paisanos, especialmente los residentes en los poblados que el río encuentra a su paso y en las zonas de Andújar próximas a su cauce. A todo esto, después de soportar todo tipo de vejaciones por parte de los diferentes políticos llegados hasta nosotros anunciando soluciones inmediatas y comprobar posteriormente que solo se trataba de mentiras sobre mentiras, de soportar a una subdelegada del Gobierno que vino a decirnos que las obras a realizar llegarían “hasta allí” sin molestarse en decirnos qué metros suponían en total a reparar, de comprobar que no se ha actuado en los diferentes arroyos que circundan nuestro término municipal (que están preparados para proporcionarnos un buen susto  cuando menos lo esperemos), viene hasta nosotros la esperanza en forma de representante máximo en la provincia del Gobierno central, también mujer, y, suponemos que atendiendo estrictamente las líneas que previamente le habían marcado los representantes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que recordemos que siguen siendo los mismos de toda la vida, nos dice que incluso la opinión de los técnicos del CEDEX, que lo de la presa de Marmolejo, que se ha comprobado una mil veces que es la culpable directa de todos los males que nos aquejan por las diferentes inundaciones que hemos sufrido, está por ver, que la cosa no está del todo clara y que, en el hipotético caso de que fuera derruida, no se solucionarían los problemas de las riadas. ¡Toma ya!

Menos mal que el señor Huertas, alcalde de la ciudad, del mismo partido que la subdelegada, como no podía ser de otra forma, estuvo a la altura del momento y no permitió que el mensaje de su compañera pasara desapercibido y dejó constancia de que la preocupación del Ayuntamiento por este asunto se mantendrá en el tiempo mientras que las diferentes Administraciones pasen por este asunto de puntillas. Así, la Corporación seguirá exigiendo las actuaciones necesarias que eviten las consecuencias que pudieran derivarse de las subidas del nivel del agua, de las que, por cierto, tenemos suficientes datos para dar y tomar. Y si no, que se lo digan a los afectados, que aún mantienen en los juzgados su demanda de pago por la última inundación sufrida. ¡Y qué cosas!, de este tema no se habló, nadie ha dicho este problema es mío. Sin embargo, la realidad es que las personas que  perdieron sus propiedades y que tuvieron que adelantar el dinero para recuperarlas, siguen sin ser atendidas como su caso merece. Es más, la Administración y la concesionaria de la presa, Endesa, han hecho oídos sordos a sus justas demandas y de ahí que se hayan visto obligadas a reclamar a través de la vía judicial, y todos sabemos que esta elección representa una onerosa aportación económica de la que precisamente no andan sobrados. Repetimos: corren malos tiempos para la solución del río. Es más, nos tememos lo peor.